









Segunda parada: 1950.
—Soy Alan Turing —me dijo—. Si una máquina logra conversar como un humano, será inteligente.
Tercera parada: las primeras victorias.
Fue como si encendiera una chispa en medio del siglo XX. A partir de él, la inteligencia dejó de ser solo humana.
La máquina me llevó a una fábrica donde un brazo metálico ensamblaba piezas con paciencia infinita. Luego, a un salón donde una computadora del tamaño de una habitación jugaba ajedrez. Cuando venció a un campeón, la gente aplaudió con asombro. No era magia, era cálculo, pero por primera vez una máquina superaba a un humano.
Cuarta parada: la vida diaria.
De pronto, estaba rodeado de teléfonos que reconocían rostros, aplicaciones que adivinaban mis canciones favoritas, autos que seguían rutas guiados por satélites, voces digitales que respondían preguntas al instante.
—Esto ya lo conoces —susurró la máquina del tiempo—. La Inteligencia Artificial dejó de ser un experimento para volverse compañía cotidiana.
¡Miren amigos, Un robot!
¡comencemos dibujando una vaca! ¿Así está bien? No, es así: le faltaron patas
¡Hola! Soy una IA. Lo que tú me enseñes lo usaré para ayudarte.
¡Entonces con nosotros aprenderás jugando!
música para bailar!
¡Eso está muy triste! Tiene que ser movido.
¡Que suene la fiesta!
¡Muy bien, ahora sí aprendiste INGLES!
¡Ahora que me enseñaron, yo los ayudaré!
La IA no piensa sola, aprende contigo. ¡Y ahora es parte del equipo!
Dato Chispa
La Inteligencia Artificial aprende de lo que le enseñas. Si le das buenos ejemplos, después puede ayudarte en muchas cosas.
Ja, ja, ja. Con este invento absorberé hasta la última gota de vida de este planeta. ¡KABOOM!
¡No puede ser!
La máquina la infectó, ahora es un ser que consume la humedad y está causando una terrible sequía.
¡Esto es peor de lo que imaginamos! No podemos luchar contra ella, es nuestra amiga, tenemos que encontrar la manera de ayudarla.
El laboratorio se destruyó, tenemos que encontrar una solución en la misma naturaleza.
hay que encontrar una fuente de energía tan pura que pueda revertir esta terrible infección.
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Convierte este [personaje/objeto] subido en una obra de arte de mosaico romano muy detallada. Utiliza teselas (azulejos) muy pequeñas e irregulares con textura de piedra semipulida. Las teselas deben seguir los contornos del diseño y reflejar la luz sutilmente, como si estuvieran pulidas a mano. Mantén los colores vibrantes y precisos del logotipo con sombreado de piedra natural. Añade profundidad con un ligero relieve 3D. Incluye solo el área del logotipo, sin fondo ni elementos externos. Fondo PNG. El aspecto final debe transmitir una sensación antigua pero refinada, como un mosaico romano cuidadosamente restaurado con teselas brillantes.
Un render 3D ultra detallado de [personaje/objeto], idéntico a la referencia, transformado en un holograma futurista. Debe mantener la forma y colores originales, pero con un efecto translúcido y brillante en tonos celeste/neón. El personaje debe proyectar un resplandor suave, con destellos de luz y partículas flotando alrededor, simulando un escaneo holográfico. Fondo transparente, estilo proyección de ciencia ficción con iluminación tecnológica.
Convierte [personaje u objeto] en una obra de arte estilo origami/papel doblado 3D. El diseño debe estar hecho completamente de pliegues y texturas de papel, con superficies geométricas, bordes definidos y apariencia artesanal. Los detalles deben formarse con capas de papel doblado y tener una textura realista de cartón o papel grueso. El estilo debe transmitir la sensación de una escultura hecha a mano con papel, con iluminación dramática que resalte las sombras de los pliegues. Fondo neutro o transparente.
La cultura es la forma en que los seres humanos expresamos quiénes somos: con canciones, danzas, recetas, libros y fiestas. Hoy la Inteligencia Artificial también entra en ese terreno. Puede escribir un poema en segundos, inventar una melodía o diseñar un cuadro digital. Y eso ha abierto un debate: ¿lo que hace una máquina puede llamarse arte?
Algunos dicen que sí: la IA es como un pincel gigante que abre posibilidades infinitas. Permite que cualquier persona experimente, juegue y se anime a crear. Otros piensan que no: el arte no es solo el resultado bonito, sino la emoción que hay detrás. Una IA no se enamora, no extraña a su tierra, no canta con su familia. Solo mezcla lo que aprendió de millones de obras humanas.
La verdad es que la IA puede ser una herramienta poderosa, pero no reemplaza la chispa humana. Puede sugerir sabores nuevos a un chef o inventar letras de canciones, pero jamás sentirá lo mismo que un pueblo al bailar en su fiesta o al compartir un plato de su tierra.
El reto está en usar la IA sin olvidar que el arte nace de la experiencia y la memoria. La máquina puede ayudar, pero la expresión siempre será nuestra.
Participa en este debate:
Si apoyas la IA, ¿qué dirías?
Si la criticas, ¿qué responderías?
Y sobre todo: ¿qué parte del arte nunca podrá crear una máquina?
de una pelota, ¡es una forma de hacer amigos, aprender valores y pasarla increíble! Por eso existen las Escuelas Deportivas Municipales, un espacio gratuito donde niñas, niños y jóvenes entrenan fútbol y otros deportes mientras crecen en disciplina, respeto y trabajo en equipo.
El fútbol es el protagonista, y puedes practicarlo en parques como Los Alisos, Virgen del Milagro, Jacaranda, El Paraíso, Kennedy, Miraflores o en parroquias como Paccha y Checa, de lunes a viernes en la mañana y tarde. ¡Hay canchas y horarios pensados para todos!
Pero no todo es fútbol, tenemos baloncesto, ecuavoley, boxeo y taekwondo. Cada deporte se adapta a lo que te gusta y a lo que tu comunidad necesita. Los profes no solo enseñan a jugar, nos acompañan con consejos, motivación y mucha energía positiva.
Durante el año se organizan campeonatos desde la categoría sub 7 hasta sub 17. En las parroquias rurales juegan el famoso Ruralvoley y el Indoorito, que son torneos que unen a familias y vecinos en un ambiente de alegría.
Con estas escuelas, Cuenca se llena de sonrisas, deporte y amistad. ¡Aquí no solo entrenas, también sueñas y construyes tu futuro!
caigo! los pasamanos!
Si vas de pie, agárrate firme. Siéntate si hay lugar.
¿Y si aprieto este botón?
Y deja salir antes de entrar. ¡Eso es respeto y seguridad!
¡No! Ese botón es solo para emergencias, usarlo sin motivo trae sanciones.
¡Viajar en tranvía es divertido y seguro!
Con respeto y atención, ¡Cuenca se mueve mejor!
el tranvía es seguro y agradable siempre que respetemos las normas.
un aliado para desarrollar nuestro potencial
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta digital de fácil acceso, disponible para la mayoría de los usuarios con conexión a internet y presente en diversos dispositivos móviles y portátiles. Su propósito es facilitarnos la resolución de problemas cotidianos, ya sea en el trabajo, en el aprendizaje o en nuestras actividades diarias.
Es fundamental recordar que la IA no debe sustituir nuestras facultades cognitivas. Depender exclusivamente de ella podría debilitar habilidades esenciales como el razonamiento crítico, la creatividad y la resolución autónoma de problemas, cualidades que nos distinguen como seres humanos.
Elementos clave para adquirir competencias en la ia y desarrollar tu potencial
Comprender y valorar la capacidad humana de acción en relación con la IA.
Enfocarse en procesos de creación y no de simple consumo.
Utilización responsable, ética y prácticas seguras, sin caer en dependencia.
Acceso a recursos y materiales de aprendizaje adicionales que se adapten a necesidades y habilidades.
Sentido de responsabilidad y compromiso para desarrollar conocimientos y habilidades básicas en materia de IA.
Aprendizaje colaborativo en proyectos que promuevan resolución de problemas y apertura a nuevas ideas.
La inteligencia artificial (IA) nació hace muchos años, a mediados del siglo XX. Con el tiempo fue mejorando porque ahora tenemos computadoras más rápidas, muchísima información en internet y programas que se vuelven más inteligentes.
Es como cuando un videojuego se actualiza: cada nueva versión tiene mejores gráficos, más niveles y funciones nuevas. Así ha pasado con la IA: cada vez aprende y hace más cosas gracias a esas mejoras.
Uno de los hitos fundacionales fue el Test de Turing (1950), en el que Alan Turing planteó que, si una máquina podía mantener una conversación indistinguible de la de un ser humano, podría considerarse inteligente. Esta idea sentó las bases conceptuales y filosóficas de la IA moderna. A lo largo de su desarrollo, la disciplina ha atravesado distintas etapas, con avances y retrocesos, pero siempre ampliando sus horizontes, de modo que a la actualidad llegó para transformar la manera en que interactuamos con la tecnología y marcó el inicio de una nueva era digital.
¿Sabías qué? La IA tienen una impresionante capacidad para aprender de forma autómata mediante algoritmos, lo cual quiere decir, que los modelos de IA requieren entrenamiento con grandes volúmenes de datos, supervisión humana y ajustes constantes para mejorar sus respuestas y decisiones con el tiempo.
Objetivo: comprender cómo la IA intenta imitar a los humanos y valorar nuestras capacidades únicas.
Indicaciones:
1. Seleccionar a dos estudiantes voluntarios: uno será el “robot” y otro el “humano”.
2. El resto de la clase les hará preguntas interesantes y desafiantes, por ejemplo: ¿Qué harías si fueras invisible? ¿Qué comida inventarías si fueras chef?
3. El estudiante que hace las veces de “robot” puede apoyarse en la respuesta que le daría la IA, mientras que el estudiante que haga de “humano” responderá en función de sus sueños, conocimientos y podría apoyarse en un docente tutor.
4. Posterior a la interacción con varias preguntas y respuestas, se abre un debate en la que participan todos los estudiantes, analizando las respuestas emitidas por los estudiantes voluntarios que asumieron roles de “robot” y “humano”.
Reflexión: hablar sobre el Test de Turing y resaltar que, aunque las máquinas (IA) puedan imitar, la imaginación y creatividad humanas siguen siendo insustituibles.
Objetivo: resaltar la importancia del razonamiento humano frente a la IA.
Dinámica:
• Dividir la clase en equipos constituidos por tres (3) o máximo cinco (5) estudiantes.
• El/la docente que guía la actividad deberá preparar con anticipación y en el mejor de los casos con el apoyo de estudiantes retos como: acertijos, adivinanzas, problemas lógicos, etc., que puedan usarse en la actividad.
• Los equipos deben resolverlos en el menor tiempo posible.
• Se asignan puntos por creatividad y rapidez.
• Al final se comparan las respuestas con las de la IA y se abre el debate.
Reflexión: destacar que, aunque la IA es un proceso de información más rápido, nuestro ingenio, intuición y creatividad son lo que nos hace especiales como seres humanos.
No tengo forma ni suelo, y nunca me lleno, aunque almaceno tus fotos y recuerdos. Estoy en el aire, pero no vuelo en el cielo. ¿Quién soy?
Yo, robot Isaac Asimov
@revista_chispiola
No tengo pies ni cabeza, pero contesto con destreza. Me haces preguntas y te ayudo a pensar, aunque en la escuela no me vas a ver sentar. ¿Quién soy?
Dirección ejecutiva: María Augusta Serrano Vélez
Edición: Daniela Cueva Crespo
Redacción: Rocio Valencia Arévalo, Jessica Bacuilima Soria
Dirección Nacional de Mejoramiento Pedagógico-MINEDUC
Una obra clásica que reflexiona sobre los robots, las leyes que los guían y la eterna pregunta: ¿qué nos hace realmente humanos?
Consejo Editorial: Presidenta: Diana Arévalo Guzmán Integrantes:
Ana María Durán González,Gabriela Cabrera López, Karina Crespo B, Catalina Mendoza Eskola, Gloria Astudillo Loor
Diseño y diagramación: José Daniel Arévalo
Producción general y distribución:
Publigestión Cía. Ltda. Dirección: Calle del Chirote s/n y Los Cisnes. Teléfono: 0995973033Correo electrónico: publigestioncuenca@yahoo.com
Un día abrí la nevera y vi un poco de mote, un huevo y cebolla. Pensé: ¿qué puedo preparar con esto?
Entonces entré a ChatGPT y escribí: “Inventa una receta con mote, huevo y cebolla.”
La IA respondió:
“Prepara un mote pillo. Sofríe la cebolla en aceite, añade el mote cocido y, al final, mezcla con los huevos batidos. Cocina hasta que los huevos se cuajen y añade sal y culantro picado.”
(4 porciones)
2 tazas de mote cocido
4 huevos
½ cebolla picada
2 cucharadas de aceite
Sal y culantro al gusto
Sofríe la cebolla en aceite.
Añade el mote y revuelve bien.
Agrega los huevos batidos y cocina hasta que se cuajen.
Sazona con sal y culantro. ¡Listo!
Pero no se quedó ahí. También me dijo:
“El mote viene del maíz, que siembran familias campesinas en la sierra. Los huevos los ponen las gallinas que alguien cuida. Cada plato tiene una historia que empieza en la tierra y llega hasta tu mesa.”
La IA puede darte recetas, pero la conciencia la pones tú: piensa de dónde viene cada alimento.
�� Actividad: ¡Tu refri + IA!
Abre tu nevera y elige 3 ingredientes.
Pregunta en ChatGPT: “Inventa una receta con [ingrediente 1], [ingrediente 2] y [ingrediente 3].”
Prueba la idea que te dé o inventa tu propia versión.
Ponle un nombre creativo a tu plato.
�� Así descubrirás que cocinar es jugar, y que cada ingrediente tiene una historia antes de llegar a tu mesa.
Cortesía de la Revista Infantil Chispiola.