Domingo 31 noviembre 2024 • II Época, No. 51 • Editor P. Armando Flores
AGENDA
En esta época es común ver en las casas una especie de centro de mesa en forma de corona adornada con velas. Este hermoso arreglo, además de ser un elemento
decorativo, tiene un sentido muy especial para nosotros los católicos: es la Corona de Adviento que nos ayuda a prepararnos para la Navidad.
¿Qué es la Corona de Adviento?
La Corona de Adviento nos recuerda que debemos prepararnos espiritualmente para recibir al Niño Dios en nuestra casa, consta de varios elementos, cada uno con su significado. A continuación te los explicamos:
¿Qué significado tiene la Corona de Adviento?
Hablemos primero de su forma circular. El círculo es una figura geométrica perfecta, es decir que no tiene principio ni fin. De igual manera, la Corona tiene forma circular (sin principio ni fin).
Al no tener principio ni fin, nos debe hacer recordar la eternidad de Dios y pensar en los miles de años de espera en el Mesías, desde Adán hasta el nacimiento de Jesús, y actualmente en la segunda venida de Cristo, que estamos esperando.
El follaje de la Corona puede ser de abeto, pino o algún material artificial verde, color que está relacionado con la virtud de la esperanza. Muchos le dan el significado de un tiempo especial de crecimiento espiritual y de gracia.
¿Qué significan las velas de la Corona de Adviento?
Cada domingo de Adviento se enciende una vela y se hace una oración acompañada de una lectura bíblica y un villancico. Las velas significan la luz que va disipando las tinieblas pues cada vez que encendemos una se va disminuyendo la oscuridad hasta que el resplandor de Cristo Jesús, hecho hombre, ilumina todo. Cada vela corresponde a una semana del Adviento.
Colores de las velas y su significado
Aunque no es obligatorio que las velas sean de un color en específico, es costumbre que la Corona de Adviento tenga tres velas moradas y una rosa. Estos
colores hacen alusión al tiempo litúrgico de Adviento, cuando los sacerdotes visten de morado, que simboliza penitencia y humildad de cara a la llegada de Jesús. La vela rosa representa el Tercer domingo de Adviento, conocido como Gaudete. Este color representa la alegría y el gozo porque ya está cerca el nacimiento de Jesús.
Bendición de la Corona de Adviento
La Corona se lleva a bendecir a la iglesia el primer domingo de Adviento y después se coloca en un lugar digno de la casa, como en la mesa del comedor.
Cada domingo de Adviento se reúne la familia en torno a la Corona, preparándose para la Navidad con su oración, pero también con sus buenas obras.
Durante la cena de Navidad la familia reunida enciende un cirio que se coloca al centro de la Corona. El papá y la mamá hacen la oración de gracias pidiendo que el Niño Jesús nazca en el corazón de cada uno de los integrantes de la familia. La luz del cirio nos recuerda que Cristo es la Luz del mundo.
Oración
Rey y Salvador Nuestro: Tú eres nuestra Luz.
Ilumina a nuestra familia y ayúdanos a caminar unidos en el amor, la fe, la esperanza y la paz, al encuentro Contigo. ¡Ven Señor Jesús!
El Adviento para los niños
Si a los adultos nos encanta el tiempo del Adviento, imaginemos la alegría que provoca en los niños este periodo de preparación para la Navidad, sobre todo cuando se vive en paz y armonía en casa. Por ello, hemos preparado este artículo con una serie de actividades y juegos que les permitirá a los pequeños disfrutar aún más de este hermoso tiempo litúrgico.
Este Adviento 2024 nos tiene que acercar más que nunca al verdadero sentido de la Navidad, y así lo tenemos que transmitir a nuestros niños. Con este contenido, queremos facilitarte esta tarea.
¿Cómo explicarle a los niños qué es el Adviento 2024?
El Adviento es el tiempo que nos propone la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta del nacimiento de Jesús, hecho niño, por amor a todos nosotros. Y su amor no tiene ni principio ni fin, es para siempre. ¡Es de lo más hermoso!
El Adviento sólo dura cuatro domingos, y los tenemos que aprovechar muy bien. Si en su casa tienen la linda costumbre de la Corona de Adviento, no pierdan la oportunidad de celebrar así estos cuatro domingos.
Durante el tiempo de Adviento, no sólo los domingos, debemos trabajar dentro de nosotros mismos, para ser mejores personas e hijos de Dios, haciendo un gran espacio para el Niño Dios. Y para ello, debemos vivir el silencio interior, esperando con gozosa alegría el nacimiento de Jesús.
A continuación te compartimos algunas acciones concretas que nos ayuden a esperar con esperanza y fe, la llegada de Jesús. Como dicen por ahí: obras son amores.
El amigo secreto:
Para empezar a realizar acciones concretas en el Adviento 2024, los niños deben estar en contacto con su “amigo secreto: Jesús”.
Él les dará muchas sugerencias para hacer felices a los demás. Porque vamos a expresar nuestra espera tratando de mirar a Jesús en nuestros familiares, amigos, vecinos,
enfermos, desempleados, encarcelados, próximos o lejanos. Aquí te proponemos algunas sugerencias.
Actividades:
El Adviento invita a la reflexión sobre el significado de la Navidad y la llegada de Jesús como un evento de esperanza y salvación. Al enseñar a los niños sobre el Adviento, se les anima a reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad, más allá de los regalos y las festividades.
*Vamos a rezar por todos, pero en silencio, sin que nadie nos diga qué o cómo tenemos que rezar. Es un secreto entre Jesús y yo.
* Vamos a tener detalles tan sencillos como dejarle una notita a otra persona, deseándole cosas buenas, o un “te quiero” o un “perdóname”, pero sin que sepa que eres tú. ¡Todo es en secreto!
*Vamos a poner el Nacimiento con mucho detalle, pensando lo que sienten cada uno de los personajes que él están. ¡Esto sí lo podemos platicar, porque es una forma de meditación familiar!
*Si no tenemos un Nacimiento, ¡no importa! Estamos a tiempo de elaborar uno con plastilina, con masa de galletas, con cartón, ¡hasta con cacahuates! Hay que dejar volar la imaginación. Y mientras lo elaboramos, seguimos platicando con Jesús y de Jesús. Esto es lo importante.
Tratemos de poner nuestro Nacimiento suponiendo que Jesús viene este año, en medio de todos los sufrimientos del mundo actual.
*¿Qué nos diría Jesús? ¿Qué nos pediría que hiciéramos por nuestros hermanos que la están pasando mal en este momento? Este es el momento de sacar algo de lo nuestro que podemos obsequiar a los que nada tienen. Podemos dedicar una jornada a juntarlo y llevarlo a regalar a quien lo necesite.
Es época de hacer pequeños regalos de uno mismo: vencer el egoísmo, el orgullo, la indiferencia, la pereza. Nuestro “Amigo secreto” nos dirá en nuestro corazón lo que quiere que hagamos ese día. Pero acuérdense de platicar con Él todos los días y a cualquier hora, para poderlo escuchar de corazón a corazón.
*Agradecer a Jesús, “Nuestro Amigo Secreto”, todo lo que nos ha dado: la fe, el Bautismo, la Eucaristía, las cosas materiales, la salud y la enfermedad, la tecnología, la medicina, los doctores, las enfermeras, el personal de intendencia de los hospitales, las personas que nos dan buen ejemplo, y todo lo que quieras añadir, porque todo es para el bien de los que aman a Dios.
Si intentamos vivir el Adviento de esta manera, ¡será el mejor Adviento de nuestra vida, a pesar de todos los pesares! Y el día de Navidad recibiremos a Jesús, al que hemos esperado con tanta ilusión, y descubriremos que efectivamente ¡Jesús es nuestro verdadero amigo secreto! Cantaremos un hermoso villancico, porque ha nacido Jesús.
San
Lucas: el evangelista que nos acompañará este año litírgico
En ciclo C de la liturgia dominical se proclama el evangelio según San Lucas. Conozcamos un poco acerca de este evangelista.
San Lucas no conoció a Jesús. Era un médico sirio griego, prosélito de Antioquía; es decir, se agregó a la comunidad salido del paganismo, aunque algunos autores dicen que su madre era judía y que, por lo tanto, adoraba o conocía al verdadero Dios. Lleno de entusiasmo se unió a los cristianos y muy pronto acompañó, en el lugar de Juan Marcos y de Bernabé, a san Pablo en sus viajes misioneros de los cuales hizo un relato detallado en los Hechos de los Apóstoles, del cual es también el autor sagrado.
San Pablo habla de san Lucas como del único acompañante en sus últimos momentos. Posiblemente ejerció con el anciano y enfermo Pablo su oficio de médico.
La tradición nos presenta a un san Lucas erudito, que busca, rebusca y encuentra datos de Jesús que los demás evangelistas no nos trasmiten. Sentía hambre
de conocerlo y en gran parte nos comunica su experiencia de fe.
¿Cuándo y para quién escribió su Evangelio?
San Lucas dedicó tanto su Evangelio como los Hechos de los Apóstoles a un personaje llamado Teófilo (el que ama a Dios) del que se supone que es un cristiano de origen griego y que, por su situación económica, podía mandar copiar el manuscrito de Lucas y hacerlo llegar a otras comunidades cristianas.
Compañero de Pablo, como Marcos lo fue de Pedro, se esforzó en ser intérprete de Pablo y en recalcar las ideas paulinas. En un idioma usado con mucha propiedad, escribe para los cristianos de ambiente griego.
El Evangelio fue escrito con fuentes comunes a los otros evangelistas sinópticos, siguiendo el esquema de Marcos en general y tomando a Mateo en algunos capítulos; Lucas añadio la experiencia de Jesús que conservó la tradición oral de su lugar de origen recibida por los primero evangelizadores, que al dispersarse de Jerusalén iban fundando comunidades cristianas al compartir lo que vivieron con el Señor Jesús, especialmente su muerte y su resurrección. El evangelio de Lucas fue escrito antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70, posiblemente en Roma.
Teología
El pueblo hebreo es el pueblo escogido de Dios por encima de todos los demás pueblos. Los primeros cristianos pertenecieron a este pueblo, de allí que sintieran cierta exclusividad sobre la doctrina de Jesucristo. Les costó mucho trabajo aceptar que el mensaje de
salvación de Jesús es universal. Aunque los apóstoles que conocieron a Cristo sabían de esa universalidad, se limitaron en su predicación a los ambientes judíos de las naciones a las que fueron enviados a predicar el Evangelio. San Pablo rompe con ese esquema y se dedica a predicar el Evangelio a los gentiles. Lucas, eco de Pablo, manifiesta en su Evangelio la universalidad del mensaje, resaltando aquellos pasajes en los que se habla de los gentiles.
Es también el evangelista que más resalta la bondad y la misericordia de Jesús. También da a la mujer un lugar especial en el trato de Jesús.
Pero, sin duda, lo que más le agradecemos a Lucas es ese Evangelio de la infancia en el que nos muestra la historia antes de la historia. Si Lucas no fue pintor, merecería serlo por haber inspirado a tantos sobre las bellas imágenes de la anunciación y del nacimiento de Jesús.
Es el evangelista del gozo de la salvación mesiánica de la cual él mismo se siente objeto sin ser judío.
Es, finalmente, el evangelista que habla más de la acción del Espíritu Santo en la vida de Jesús y de sus discípulos. En los Hechos de los Apóstoles es tan notoria esta intervención del Espíritu Santo que suele llamarse “el Evangelio del Espíritu Santo”.
En general, vemos en este evangelio la alegría de un hombre que conoció a Jesús, se entusiasmó por él y se empeñó en darlo a conocer a todos los que pudo para que pudieran vivir el gozo que él mismo sentía.
De la vida parroquial
BAUTISMOS
El día 01 de diciembre por el sacramento del Bautismo administrado por el Pbro. Enrique Alcalá Velarde, se incorporaron al pueblo de Dios Axel Julián, hijo de José Alfredo Barrera Gómez y Juana Susana Sánchez Sánchez,vecinos de Sahuayo, Mia Magali, hija de José Gabriel Aguilar Gutiérrez y Franea Dayana Mora Casillas, vecino de Sahuayo, Arlenne, hija de Santiago Alejandro Hernández García y María Elena Cisneros Manzo,vecinos de Sahuayo, Liam Fernando, hijo de Fernando Giovanni Núñez González y Jessica Guadalupe Onofre Ramírez, vecinos de Sahuayo,
Navani Aylani, hija de Alberto Ceja Rivera y Alondra Sofía Gutiérrez Ceja, vecinos de Sahuayo.
PRESENTACIÓN
El día 25 de noviembre de 2024 se presentarón a la Iglesia Parroquial con la pretensión de contraer matrimonio los novios Christian Onofre Ordaz, originario de V. Carranza, Mich. y vecino de Palo Alto, Mich. hijo de Jaime Fernando y Ma. Genoveva. Pretende contraer matrimonio con Lourdes Carolina Núñez Santoyo, originaria y vecina de Sahuayo, hija de Maximino y Ma. de Lourdes.
El día 26 de noviembre de 2024 se presentarón a la Iglesia Parroquial con la pretensión de contraer matrimonio los novios Mauricio Alejandro Picazo Castellanos, originario y vecino de Sahuayo hijo de Felipe de Jesús y Paulina. Pretende contraer matrimonio con Sofía Guadalupe Nieto Zaragoza, originaria y vecina de ésta, hija de Roberto y Susana. El día 27 de noviembre de 2024 se presentarón a la Iglesia Parroquial con la pretensión de contraer matrimonio los novios Luis Felipe Rocha López, originario y vecino de Sahuayo, vivió en Pachuca, Hgo y Estados Unidos, hijo de Felipe y Adriana. Pretende contraer matrimonio con Karla Elizabeth Muñiz Sánchez, originaria y vecina de Sahuayo, hija de Antonio y Alejandra Karina.
MATRIMONIO
El día 29 de noviembre 2024 unieron sus vidas por el sacramento del matrimonio los novios
Jesús Eduardo Rizo Magaña y Sayra Cecilia Navarro Macías, en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, asistió al Matrimonio el Pbro. Felipe de Jesús Sánchez Gómez.
OBITUARIO
El día 27 de noviembre de 2024 en el Santuario del Patrón Santiago, se celebró la misa exequial de Manuel Orozco García, fue sepultado en el Panteón municipal.
El día 27 de noviembre de 2024 en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, se celebró la misa exequial de María Guadalupe Cabezas Gutiérrez, sus cenizas fueron depósitadas en la Cripta de la Parroquia.
El día 28 de noviembre de 2024 en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, se celebró la misa exequial de Estela Ramírez Zepeda, fue sepultada en el Panteón municipal..

Hoy empieza el Adviento, el tiempo litúrgico que nos prepara para la Navidad, invitándonos a levantar la mirada y abrir nuestros corazones para recibir a Jesús. En Adviento, no vivimos solamente la espera navideña, también estamos invitados a despertar la espera del glorioso regreso de Cristo — cuando volverá al final de los tiempos— preparándonos para el encuentro final con él mediante decisiones coherentes y valientes. Recordamos la Navidad, esperamos el glorioso regreso de Cristo y también nuestro encuentro personal: el día que el Señor nos llame. Durante estas cuatro semanas, estamos llamados a despojarnos de una forma de vida resignada y rutinaria y a salir alimentando esperanzas, alimentando sueños para un futuro nuevo. El evangelio de este domingo va precisamente en esta dirección y nos advierte de que no nos dejemos oprimir por un modo de vida egocéntrico o de los ritmos convulsos de los días. Resuenan de forma particularmente incisiva las palabras de Jesús: “Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida y venga aquel Día de improviso sobre vosotros […] Estad en vela, pues, orando todo el tiempo” (vv 34-36).
Estar despiertos y orar: he aquí como vivir este tiempo desde hoy hasta la Navidad. Estar despiertos y orar. El sueño interno viene siempre de dar siempre vueltas en torno a nosotros mismos, y del permanecer encerrados en nuestra propia vida con sus problemas, alegrías y dolores, pero siempre dando vueltas en torno a nosotros mismos. Y eso cansa, eso aburre, esto cierra a la esperanza. Esta es la raíz del letargo y de la pereza de las que habla el Evangelio. El Adviento nos invita a un esfuerzo de vigilancia, mirando más allá de nosotros mismos, alargando la mente y el corazón para abrirnos a las necesidades de la gente, de los hermanos y al deseo de un mundo nuevo. Es el deseo de tantos pueblos martirizados por el hambre, por la injusticia, por la guerra; es el
Estar dEspiErtos y orar
El Evangelio del Domingo Lucas 21, 25-28, 34-36
deseo de los pobres, de los débiles, de los abandonados. Este es un tiempo oportuno para abrir nuestros corazones, para hacernos preguntas concretas sobre cómo y por quién gastamos nuestras vidas.
La segunda actitud para vivir bien el tiempo de la espera del Señor es la oración. “Cobrad ánimo y levantad la cabeza, porque vuestra liberación está cerca” (v. 28), es la admonición del evangelio de Lucas. Se trata de levantarse y rezar, dirigiendo nuestros pensamientos y nuestro corazón a Jesús que está por llegar. Uno se levanta cuando se espera algo o a alguien. Nosotros esperamos a Jesús, queremos esperarle en oración, que está estrechamente vinculada con la vigilancia. Rezar, esperar a Jesús, abrirse a los demás, estar despiertos, no encerrados en nosotros mismos. Pero si pensamos en la Navidad en un clima de consumismo, de ver qué puedo comprar para hacer esto o aquello, de fiesta mundana, Jesús pasará y no lo encontraremos. Nosotros esperamos a Jesús y queremos esperarle en oración, que está estrechamente vinculada con la vigilancia.
Pero ¿cuál es el horizonte de nuestra espera en oración? En la Biblia nos lo dicen, sobre todo, las voces de los profetas. Hoy, es la de Jeremías, que habla al pueblo sometido a la dura prueba del exilio y que corre el riesgo de perder su identidad. También nosotros, los cristianos, que somos pueblo de Dios, corremos el peligro de convertirnos en “mundanos” y perder nuestra identidad, e incluso de “paganizar” el estilo cristiano. Por eso necesitamos la Palabra de Dios que, a través del profeta, nos anuncia: “Mirad que días vienen en que confirmaré la buena palabra que dije a la casa de Israel y a la casa de Judá. […] Haré brotar para David un Germen justo y practicará el derecho y la justicia en la tierra” (33, 14-15) Y ese germen justo es Jesús que viene y que nosotros esperamos. (Francisco, Angelus, 2 de diciembre de 2018)