Domingo 1 Septiembre 2024 • II Época, No. 39 • Editor P. Armando Flores
Mensaje de su santidad
Papa francisco
Para la jornada mundial de oración por el cuidado de la creación
ESPERA Y ACTÚA CON LA CREACIÓN
(2 de 2 partes)
5. En la expectación esperanzada y perseverante de la venida gloriosa de Jesús, el Espíritu Santo mantiene alerta a la comunidad creyente y la instruye continuamente, llamándola a la conversión de estilos de vida, para que se oponga a la degradación humana del medio ambiente y manifieste esa crítica social que es, ante todo, testimonio de la posibilidad de cambio. Esta conversión consiste en pasar de la arrogancia de quien quiere dominar a los demás y a la naturaleza reducida a objeto manipulable , a la humildad de quien cuida de los demás y de la creación. «Un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor peligro para sí mismo» (Laudate Deum, 73), porque el pecado de Adán destruyó las relaciones fundamentales por las que vive el hombre: la que tiene con Dios, consigo mismo y con los demás seres humanos, y la que tiene con el cosmos. Todas estas relaciones deben ser, sinérgicamente, restauradas, salvadas, “reorientadas”. No puede faltar ninguna. Si falta una, falla todo.
6. Esperar y actuar con la creación significa, en primer lugar, aunar esfuerzos y, caminando junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuir a «repensar entre todos la cuestión del poder humano, cuál es su sentido, cuáles son sus límites. Porque nuestro poder ha aumentado frenéticamente en pocas décadas. Hemos hecho impresionantes y asombrosos progresos tecnológicos, y no advertimos que al mismo tiempo nos convertimos en seres altamente peligrosos, capaces de poner en riesgo la vida de muchos seres y nuestra propia supervivencia» (Laudate Deum, 28). Un poder incontrolado engendra monstruos y se vuelve contra nosotros mismos. Por eso hoy es urgente poner límites éticos al desarrollo de la inteligencia artificial, que, con su capacidad de cálculo y simulación, podría ser utilizada para dominar al hombre y la naturaleza, en lugar de ponerla al servicio de la paz y el desarrollo integral (cf. Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024).
7. «El Espíritu Santo nos acompaña en la vida», esto lo entendieron bien los niños y niñas reunidos en la plaza de San Pedro para su primera Jornada Mundial, que coincidió con el domingo de la Santísima Trinidad. Dios no es una idea abstracta de infinito, sino que es Padre amoroso, Hijo amigo
y redentor de todo hombre y Espíritu Santo que guía nuestros pasos por el camino de la caridad. La obediencia al Espíritu de amor cambia radicalmente la actitud del hombre: de “depredador” a “cultivador” del jardín. La tierra se entrega al hombre, pero sigue siendo de Dios (cf. Lv 25,23). Este es el antropocentrismo teologal de la tradición judeocristiana. Por tanto, pretender poseer y dominar la naturaleza, manipulándola a voluntad, es una forma de idolatría. Es el hombre prometeico, ebrio de su propio poder tecnocrático, que con arrogancia pone a la tierra en una condición “desgraciada”, es decir, privada de la gracia de Dios. Ahora bien, si la gracia de Dios es Jesús, muerto y resucitado, entonces es verdad lo que dijo Benedicto XVI: «No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor» (Carta enc. Spe Salvi, 26), el amor de Dios en Cristo, del que nada ni nadie podrá separarnos jamás (cf. Rm 8,38-39). Constantemente atraída hacia su futuro, la creación no es estática ni está encerrada en sí misma. Hoy en día, también gracias a los descubrimientos de la física contemporánea, el vínculo entre materia y espíritu se presenta de manera cada vez más fascinante para nuestro conocimiento.
8. Por tanto, el cuidado de la creación no es sólo una cuestión ética, sino también eminentemente teológica, pues concierne al entrelazamiento del misterio del hombre con del misterio de Dios. Se puede decir que este entrelazamiento es “generativo”, ya que se remonta al acto de amor con el que Dios crea al ser humano en Cristo. Este acto creador de Dios otorga y funda el actuar libre del hombre y toda su eticidad: libre precisamente es su ser creado a imagen de Dios que es Jesucristo, y por ello “representante” de la creación en Cristo mismo. Hay una motivación trascendente (teológico-ética) que compromete al cristiano a promover la justicia y la paz en el mundo, también a través del destino universal de los bienes: se trata de la revelación de los hijos de Dios que la creación espera, gimiendo como con dolores de parto. En esta historia no sólo está en juego la vida terrena del hombre, está sobre todo su destino en la eternidad, el eschaton de nuestra bienaventuranza, el Paraíso de nuestra paz, en Cristo Señor del cosmos, el Crucificado-Resucitado por amor.
9. Esperar e actuar con la creación significa, pues, vivir una fe encarnada, que sabe entrar en la carne sufriente y esperanzada de la gente, compartiendo la espera de la resurrección corporal a la que los creyentes están predestinados en Cristo Señor. En Jesús, el Hijo eterno en carne humana, somos verdaderamente hijos del Padre. Por la fe y el bautismo, comienza para el creyente la vida según el Espíritu (cf. Rm 8,2), una vida santa, una existencia de hijos del Padre, como Jesús (cf. Rm 8,14-17), ya que, por la fuerza del Espíritu Santo, Cristo vive en nosotros (cf. Ga 2,20). Una vida que se convierte en un canto de amor a Dios, a la humanidad, con y por la creación, y que encuentra su plenitud en la santidad. [3] Roma, San Juan de Letrán, 27 de junio de 2024
De la vida parroquial
BAUTISMOS
El día 1º de septiembre de 2024, por el sacramento el Bautismo administrado por el Sr. Cura Armando Flores Navarro, se incorporaron al Pueblo de Dios:
Edwar Antonio, hijo de José Luis Buenrostro y Esmeralda León, vecinos de La Palma, Mich. Citlaly, hija de Elía Ramírez y María de los Ángeles Alcala, vecinos de Sahuayo, Giselle Joselyn, hija de Leslie Guadalupe Avalos Segura, vecina de Sahuayo.
PRESENTACIÓN
El 26 de agosto de 2024 se presentaron a la Iglesia, con la pretensión de contraer matrimonio los novios:
David Gálvez Sahagún, hijo de Benjamín y Ma. Angélica originario y vecino de Sahuayo, Pretende contraer matrimonio con Clara Fabiola Chávez Solombri, hija de Juan José y Fabiola, originaria de Guatemala y vecina de Sahuayo, hija de Juan José y María Fabiola Geraldine.
Bryan Raúl Alvarado Avalos, hijo de Raúl y Ma. del Rosario originario y vecino de Sahuayo, Pretende contraer matrimonio con Rocío Guadalupe Castillejo Quirino hija de Alberto y Cristina,originaria y vecina de Sahuayo, Mich.
El día 27 de agosto de 2024 se presentaron a la Iglesia, con la pretension de contraer matrimonio los novios:
Cristian Flores Cardenas, hijo de Héctor Jesús y Leticia originario y vecino de Sahuayo, Mich. Pretende contrer matrimonio con Rosa Guadalupe Ibarra Ceja, hija de Jesús y Rosa originaria y vecina de Sahuayo.
Juan Manuel Soltero Gutiérrez, hijo de Juan Manuel y Angelina originario y vecino de Sahuayo, Mich. Pretende contraer matrimonio con Aliz Mariel García Contreras, hija de Enrique y Marisela originaria y vecina de Sahuayo.
El día 28 de agosto de 2024, se presentaron a la Iglesia, con la pretensión de contraer matrimonio los novios:
Jesús Octavio Manzo García, hijo de Jaime y Verónica, originario y vecino de Sahuayo, Mich. Pretende contraer matrimonio con Angela Daniela Lemus Zepeda, hija de Ricardo y Teresa, originaria y vecina de Sahuayo,
El día 30 de agosto de 2024, se presentrón a la Iglesia, con la pretensión de contraer matrimonio los novios:
Edgar Manzo Yeo, hijo de Juan Manuel y Ma. de la Luz, originario y vecino de Sahuayo. Pretende contraer matrimonio con Karla Ayala Gudiño, hija de Juan Jesús y Claudia María, originaria y vecina de Sahuayo.
OBITUARIO
El día 26 de Agosto de 2024, en el Santuario de Santiago, se celebró la misa exequial de Cecilia Frutos Martínez, fue sepultado en el Panteón municipal.
El día 31 de agosto de 2024, en la Iglesia Parroquial, se celebraron las respectivas misas exequiales de:
Elba Sánchez Marín, sus cenizas fueron depositadas en la Cripta Parroquial.
Enrique Orozco Zepeda, sus cenizas fueron depósitadas en la Cripta Parroquial.
Miguel Gálvez Sanchez, sus cenizas fueron depositadas en la Cripta Parroquial.
CATEQUESIS DE CONFIRMACIÓN PARA JÓVENES MAYORES DE 15 AÑOS
Sesión semanal los miércoles a las 8.00 p.m.
Inicia el 11 de septiembre 2024
Lugar salones de la Parroquia de Santiago apóstol Inscripciones del 2 al 10 de septiembre
En la notaría parroquial O enviando WhatsApp al 353 108 4428
Las confirmaciones serán el 8 de febrero
¿Por qué tus discíPulos comen con manos imPuras?

En este domingo retomamos la lectura del Evangelio de Marcos. En el pasaje de hoy Jesús afronta un tema importante para todos nosotros creyentes: la autenticidad de nuestra obediencia a la Palabra de Dios, contra toda contaminación mundana o formalismo legalista. El pasaje se abre con la objeción que los escribas y los fariseos dirigen a Jesús, acusando a sus discípulos de no seguir los preceptos rituales según las tradiciones. De esta manera, los interlocutores pretendían golpear la confiabilidad y la autoridad de Jesús como maestro porque decían: «Pero este maestro deja que los discípulos no cumplan las prescripciones de la tradición». Pero Jesús replica fuerte y replica diciendo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según esta escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres”» (vv. 6-7). Así dice Jesús, ¡Palabras claras y fuertes! Hipócrita es, por así decir, uno de los adjetivos más fuertes que Jesús usa en el Evangelio y lo pronuncia dirigiéndose a los maestros de la religión: doctores de la ley, escribas... «Hipócrita», dice Jesús.
Jesús de hecho quiere sacudir a los escribas y los
fariseos del error en el que han caído, ¿y cuál es este error? El de alterar la voluntad de Dios, descuidando sus mandamientos para cumplir las tradiciones humanas. La reacción de Jesús es severa porque es mucho lo que hay en juego: se trata de la verdad de la relación entre el hombre y Dios, de la autenticidad de la vida religiosa. El hipócrita es un mentiroso, no es auténtico.
También hoy el Señor nos invita a huir del peligro de dar más importancia a la forma que a la sustancia. Nos llama a reconocer, siempre de nuevo, eso que es el verdadero centro de la experiencia de fe, es decir el amor de Dios y el amor del prójimo, purificándola de la hipocresía del legalismo y del ritualismo.
El mensaje del Evangelio hoy está reforzado también por la voz del apóstol Santiago, que nos dice en síntesis como debe ser la verdadera religión, y dice así: la verdadera religión es «visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo» (v. 27). «Visitar a los huérfanos y a las viudas» significa practicar la caridad hacia el prójimo a partir de las personas más necesitadas, más frágiles, más a los márgenes. Son las personas de las cuales Dios cuida de forma especial, y nos pide a nosotros hacer lo mismo.
«No dejarse contaminar de este mundo» no quiere decir aislarse y cerrarse a la realidad. No. Tampoco aquí debe ser una actitud exterior sino interior, de sustancia: significa vigilar para que nuestra forma de pensar y de actuar no esté contaminada por la mentalidad mundana, o sea de la vanidad, la avaricia, la soberbia. En realidad, un hombre o una mujer que vive en la vanidad, en la avaricia, en la soberbia y al mismo tiempo cree que se hace ver como religiosa e incluso llega a condenar a los otros, es un hipócrita. Hagamos un examen de conciencia para ver cómo acogemos la Palabra de Dios. El domingo la escuchamos en la misa. Si la escuchamos de forma distraída o superficial, esta no nos servirá de mucho. Debemos, sin embargo, acoger la Palabra con mente y corazón abiertos, como un terreno bueno, de forma que sea asimilada y lleve fruto en la vida concreta. Así la Palabra misma nos purifica el corazón y las acciones y nuestra relación con Dios y con los otros es liberada de la hipocresía.

