Septiembre En la Parroquia de Mater Dolorosa – erigida canónicamente el 9 de noviembre de 1987 – Entre las calles Grosella e Ixcóatl #5613 del Infonavit Aeropuerto C.P 32690 – Tel/Fax. 619-29-22 – facebook.com/ParroquiaDeMaterDolorosa – Año XXXIV Número 404
Palabras para Nuestro Párroco: Poema a Mater Dolorosa De pie junto a la cruz como la encina que bate el huracán más no doblega, es el amor que inconmovible llora y en el amor encuentra su firmeza. Si el Hijo está de espinas coronado, ella es la dolorosa con diadema; si el Hijo tiene el corazón herido, siete puñales en su pecho muestra; si el Hijo está en la cruz con clavos fijo, ella a la cruz con amor se aferra. En perspectivas de dolor se tiñen los cielos en la tarde de tristeza, cuando la Madre dolorida mira al Hijo moribundo, la faz tiesa. Viéndola a la Madre en llanto inconsolable, cúbrase el sol con manto de tinieblas; y el temblor de la pena que la aflige abre en grietas las rocas de la tierra. Por el pálido rostro de la Madre las lágrimas resbalan; son las perlas que al deslizar huyen al espacio formando el conjunto de las estrellas. De ese inmenso rosario que en las cumbres alumbrando a las almas las elevan esos faros que muestran los caminos y abiertas son para las almas puertas. El dolor de la Madre Dolorosa en tu desgracia es la segura prenda: Ella, muriendo en el Calvario viva, en nuestra muerte es la esperanza cierta. En la roca sublime de los tiempos, inconmovible a todas las tristezas, de pie junto a la cruz, está la Madre de los humanos, la segunda Eva. Si tienes corazón mírala y ámala, esa es la Madre que al dolor se aferra por hacerte feliz; si no lo tienes, tu corazón es corazón de piedra. De las cumbres sublimes del Calvario a través de los siglos se proyecta el dolor de esa Madre sin medida, junto al cual son los mares gota apenas. También por ti, de sus divinos ojos cayó del llanto la divina perla. No la desprecies de la eterna dicha esa será tu brillante estrella.
Padre Lozoya