Noviembre En la Parroquia de Mater Dolorosa – erigida canónicamente el 9 de noviembre de 1987 – Entre las calles Grosella e Ixcóatl #5613 del Infonavit Aeropuerto C.P 32690 – Tel/Fax. 619-29-22 – facebook.com/ParroquiaDeMaterDolorosa – Año XXXV Número 406
Palabras de Nuestro Párroco: Aniversario Parroquial Cumpliendo nuestra parroquia un aniversario más de haberse constituido como tal por la decisión del señor Obispo Don Manuel Talamás, y siendo su primer párroco el señor Presbítero Don Jorge Gustavo Fong, la comunidad parroquial que permanece, a través de los años, disfrutando del gozo de experimentarnos salvados por la Sangre preciosa de nuestro Redentor, ofrecemos este homenaje a todas las personas, que de una manera o de otra, han llenado estos años con su apostolado, con su enseñanza, con su participación y su responsabilidad evangélica. Que Dios se los pague. Aniversario significa dirigirse hacia el comienzo de algo, habiendo transcurrido un año. Así tenemos aniversarios de nacimiento, de matrimonio y de defunción, en los cuales recordamos alguna alegría o alguna tristeza que haya tenido lugar hace un año o más. Es un revivir, recordando, algún suceso del pasado, con el deseo de no olvidarlo, pues de alguna manera nos reporta algún beneficio, por eso tratamos de traerlo al presente para seguir aprovechando los motivos que originaron tal acontecimiento. El objetivo de cada aniversario no se reduce a un mero recordatorio de algo que sucedió hace uno o varios años; sino también y, sobre todo, para reavivar algo que nos puede y debe ayudar a mejorar y vivir más intensamente. Para corregir lo que se nos haya pasado y perfeccionar lo que ha quedado incompleto. Para dar feliz término a algo que empezó con muchas ganas, o quizás no con tantas y que merece darle toda la importancia, aunque sea algunos años después, pero que todavía puede dar mucho fruto. El perfeccionamiento de nuestras actividades es una urgencia tanto humana como cristiana. Estamos llamados, por nuestra naturaleza, a mejorar constantemente nuestra existencia; aunque los años no se detienen podemos mejorar nuestras relaciones humanas. Además, nuestra fe nos invita a ser perfectos como nuestro Padre celestial lo es. Esta perfección es una respuesta de agradecimiento a la vida que nos vio nacer y al dador de la vida, nuestro Padre Dios. Por esto nos disponemos a celebrar un aniversario más de nuestra parroquia, con el deseo de mejorarla en todos los sentidos y reforzar la comunidad de creyentes, pertenecientes a esta pequeña grey, esforzándonos por hacer de ella el verdadero pueblo de Dios, que alabe al Señor en cada momento y sea siempre un verdadero servidor de los demás. ¡Felicidades!
Padre Lozoya