Julio En la Parroquia de Mater Dolorosa – erigida canónicamente el 9 de noviembre de 1987 – Entre las calles Grosella e Ixcóatl #5613 del Infonavit Aeropuerto C.P 32690 – Tel/Fax. 619-29-22 – facebook.com/ParroquiaDeMaterDolorosa – Año XXXIV Número 402
Palabras de Nuestro Párroco: El ser del Obispo en la Iglesia Católica El pasado lunes 27 de junio, el señor Obispo Emérito, Don Renato Ascencio León, partió a la casa de Dios. En la Iglesia Católica son siete los sacramentos. Solo uno de ellos tiene tres grados, ninguno de los demás se presenta de primera o de segunda. El orden sacerdotal posee tres niveles. El nivel inferior se refiere a los Diáconos, que participan del orden sacerdotal, pero en un grado mínimo. En seguida vienen los Sacerdotes, que tienen más atribuciones que los Diáconos y por último el grado superior que es el del Obispo que encarna todo el significado del sacramento en grado máximo. Toda persona que ha recibido el sacramento del orden participa de una manera especial de las funciones características de Nuestro Señor Jesucristo, a saber: como maestro, sacerdote y gobernante. De esta manera el Obispo las ejerce de una manera especial que ni el Sacerdote y menos el Diácono lo pueden hacer. El Obispo como maestro: Es el responsable de velar por la recta doctrina de su Diócesis. Tiene que estar muy atento de cualquier desviación que pudiera surgir porque es a través de las ideas que se hacen las rupturas de la Iglesia. Debe capacitarse lo más que pueda para poder conocer y enseñar la verdadera doctrina cristiana. El Obispo como sacerdote: Debe ser un hombre con una espiritualidad muy arraigada y sólida para que sea testimonio vivo del seguimiento de Jesús lo más apegado a Él. Ejercer su práctica espiritual de una manera lo más intachablemente que se pueda a la manera como Cristo vivió y proyectando a los demás la vivencia del Espíritu en el mundo que le ha tocado vivir, consagrando toda su actividad para la mayor gloria de Dios. El Obispo como gobernante: El Obispo a través de sus sacerdotes y diáconos deberá dirigir todas las comunidades cristianas para que en todos los rincones de su diócesis se implante el Reino de Dios. Reino de justicia y de paz. No deberá permitir ninguna injusticia ni falsedad. Sus comunidades cristianas deberán ser ejemplo de verdadera humanidad y por lo tanto de verdadera fraternidad para la sociedad civil en la que se encuentra enclavada su diócesis. Ofrecemos nuestras misas por el eterno descanso de Don Renato Ascencio León. Yo particularmente tengo mucho que agradecerle a Don Renato, compañeros en Roma. Siempre tuvo un cariño especial a mi persona. Que el Señor lo tenga en su reino. Gracias.
Padre Lozoya