Estas melodías no solo cuentan la Nav Nos recuerdan que los regalos más va una caja ni se compran en una tie abrazos, en los juegos, en el sabor abuela, en los cantos que se elevan en Aquí, la música se vuelve un lazo que territorios; un puente entre la memoria nota nos invita a creer que un mund justo y más humano comienza cuando
En Pacífico, cuando llega la Navidad las chicharras, panderetas y campanitas comienzan a sonar por todas partes mientras los niños y niñas acuden a los pesebres navideños, ellas anuncian que se aproxima una gran fiesta. Juegos, cantos, rondas, abrazos y baile se convierten en el lenguaje de la navidad y en la mágica expresión de la niñez.
Con cada “Tilín Tilán” de las campanas al sonar, se piensa en el pesebre y en el brillo de las estrellas, que anuncian la llegada del Niño Dios. Las familias se unen para celebrar, abuelos, niños, vecinos y parientes se tejen en un abrazo de cantos y risas.
La canción “Las Campanitas" nos recuerda que la Navidad es una época esperada y que su anuncio nos trae nuevas esperanzas para los tiempos futuros. Su música los invita a unirnos en una ronda, a cantar y bailar juntos, y a celebrar la Navidad con un corazón lleno de alegría.
Cuando diciembre llega al Pacífico, el aire se llena de olores dulces y sonidos alegres. En las casas, las abuelas preparan birimbí y buñuelos mientras los niños tararean villancicos entre risas y luces de colores. El río brilla distinto, como si también esperara la llegada del Niño Dios.
En cada puerta suenan voces que anuncian la buena nueva: la Navidad está aquí. Es tiempo de compartir, de volver a juntarse, de agradecer lo vivido. La música se convierte en puente entre generaciones; une a los que están, recuerda a los que partieron y abraza a los que sueñan.
La canción “Es la Navidad” nos recuerda que esta época es una promesa de esperanza y unión, una melodía que viaja de casa en casa para recordarnos que el amor también puede cantarse.
ES LA NAVIDAD ES LA NAVIDAD
“Arrorró:susurrosde“Arrorró:susurrosde
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Abuelas, padres, madres, tías y hasta vecinos forman una red de cuidado para los niños y niñas de Pacífico y del mundo. En tiempos de Navidad, sus cálidas voces los arrullan hasta el sueño con la promesa de deliciosos bocaditos navideños al despertar.
Con la misma ternura de María y José para dormir al Niño Dios, se arrulla a los pequeños en los hogares. Mecidos con amor van cerrando sus ojitos y dando paso a sueños dulces y serenos que solo serán sorprendidos por el nuevo día.
"Arrorró" es una canción que les recuerda a los niños el calor de los dulces momentos en familia, las canciones al lado de quienes los quieren, y la paz de saber que siempre habrá alguien para cuidarlos.
AARRORRÓ RRORRÓ
En el Pacífico, hasta la lluvia tiene ritmo. Cuando diciembre llega, cae un aguacerito alegre que no viene a mojar, sino a despertar la fiesta. Golpea los techos como tambor, baila en las hojas, salpica en los charcos y hace que los niños rían mientras corren descalzos por los patios.
Dicen las abuelas que ese aguacerito es travieso porque quiere ser parte de los villancicos, que cada gota suena como una nota y que, si escuchas bien, su canto se mezcla con las voces que anuncian la llegada del Niño Dios.
La canción “El Aguacerito” nos recuerda que incluso la naturaleza celebra la Navidad: el cielo se vuelve coro, la lluvia se hace tambor y el corazón se llena de música, esperanza y juego.
AAGUACERITO GUACERITO
Autora:MadoliaDediego
VI
Aguacerito, ¿por qué mojás la cuna del Niño? (bis)
Arrullalo aguacerito (bis)
Es nochebuena y todo es lindo
Coro
Que llueva, que llueva
La Virgen de la Cueva
“
ElViajealpesebre” “ElViajealpesebre”
En la víspera del nacimiento del Niño Dios, una champa cargada con pitos y tamboras va remontando el río para llegar a Belén. El canalete se hunde una y otra vez en el lecho del agua para llevar a su tripulación a destino.
Mientras tanto, en un camino lejano, María y José se mueven a lomo de mula y buey para hallar el cálido pesebre donde recibirán a su hijo, Jesús. Todos los viajeros son guiados por la hermosa estrella del oriente que se ha posado sobre el río, cerca a la orilla.
“Juguemoscon elNiñoDios” “Juguemoscon elNiñoDios”
Es la noche de Navidad y desde el andén, un grupo de niños mira hacia el cielo, que se encuentra despejado y lleno de estrellas. Piensan en lo divertido que sería jugar con el Niño Dios, comienzan a imaginar que juegan a “Cavá el ratón”, “La gallina ciega”, “China” y “Sortijita”, mientras ríen y cantan: “¡Traigamos al niño que venga a jugar!”.
Las risas de los niños se entrelazan con los sonidos del Pacífico: el viento, el río y el mar, la música y las carcajadas desde las casas que los rodean. Todo esto hace que esta noche sea mágica, sueñan con que el tiempo corra rápido y la próxima Navidad el Niño Dios venga de nuevo a jugar con ellos.
“Juguemos con el Niño Dios” invita a imaginar cómo los niños quibdoseños sueñan cosas que son posibles, cómo su inocencia les permite jugar y reír en medio de noches no siempre alegres. La canción nos recuerda que la Navidad nos permite encontrarnos, divertirnos y, sobre todo, soñar.
JUGUEMOS CON EL NIÑO DIOS JUGUEMOS CON EL NIÑO DIOS
En plena Navidad, un pequeño canalete tiene la gran responsabilidad de mover la canoa en la que María y José esperan recibir al Niño Dios. Van por ríos y mares venciendo olas y corrientes. El canaletico rema y rema más allá de sus fuerzas; pequeño y decidido avanza entre las aguas para llevar a cada pueblo de las orillas el viento de la paz y la alegría que solo la Navidad puede ofrecer.
Al final del recorrido, luego de cientos de poblados tocados por la magia navideña, el Niño llega al encuentro con María y José, quienes lo esperan llenos de amor y orgullosos por la paz y armonía que ha traído al mundo.
La canción “El Canaletico” nos enseña que la Navidad también puede flotar, navegar y llegar a los rincones más escondidos, llevando esperanza, ritmo y alegría a cada hogar.
“Elburritoviajero”
En una madrugada luminosa, bajo el brillo del lucero mañanero, un burrito emprende un viaje muy especial. Con su trote alegre y su energía inagotable, lleva en su lomo a un niño que toca su cuatro mientras canta canciones alegres. Ambos tienen una misión: llegar a Belén para conocer al niño Jesús.
A medida que avanzan, el burrito trota con entusiasmo, cruzando senderos, bordeando ríos, y disfrutando de un paisaje vibrante. Cada paso del burrito resuena como un “tuqui, tuqui, tuquitá” sobre el suelo de la selva; un tuquito”, sobre la hierba suave y acolchonada, y un “tucote", sobre la lomas pedregosas, creando sonidos que se unen al canto del niño. La luz del lucero ilumina su camino, guiándolos con generosidad hacia el pesebre donde les espera un milagro.
Cuando finalmente llegan, el burrito y el niño se sienten llenos de alegría. Han cumplido su misión: ser testigos del nacimiento del amor y la bondad que guiará el mundo.
MI BURRITO SABANERO MI BURRITO SABANERO
“LaJaiba mensajera” “LaJaiba mensajera”
Una mañana, cuando el mar estaba en calma y el cielo olía a coco y sal, una jaiba curiosa decidió salir de su concha para contar una noticia: ¡ya viene la Navidad! Moviendo sus tenacitas con prisa, fue de playa en playa avisando a los peces, a las gaviotas y hasta a las olas que la fiesta estaba por empezar.
Por donde pasaba, dejaba una estela de alegría. Los niños la seguían riendo, las abuelas la saludaban desde las ventanas, y el mar, cómplice, le hacía cosquillas en la arena. Nadie sabía cómo una pequeña jaiba podía mover tanto alboroto, pero todos entendían su mensaje: la Navidad llega cuando el corazón se llena de ganas de compartir.
La canción “La Jaiba” nos invita a celebrar con humor y cariño, recordándonos que hasta los seres más pequeños pueden anunciar las cosas más grandes: la unión, la esperanza y la alegría de estar juntos. .
LA JAIBA LA JAIBA
“
LosRegalosdel RíoAtrato” “LosRegalosdel RíoAtrato
”
Una lámpara ilumina el camino hacia el pequeño rancho donde nacerá un niño especial. Un grupo de niños guiados por la luz, se mueve hacia el destino, ansiosos por conocer al que pronto llegará. Algunos llevan raciones y bocadillos, otros, olvidaron en su emoción traer comida para el camino y solo vienen con la alegría de sus corazones.
Nadie ha traído regalos. Pero todos están dispuestos a dar algo de lo que cargan para obsequiarle al Niño. Así, entre risas y canciones, llenan un saco con dulces, pescado, queso, chontaduro, frutas y hasta un sombrerito para proteger al Niño del sol.
La lámpara ha dejado de iluminar, pero una estrella brilla tanto que les muestra elugar. Todos dejan sus regalos en el humilde pesebre mientras José y María los halagan con sonrisas. La canción de "El regalito" nos recuerda que la Navidad no se trata de lo material, sino de la bondad de compartir. El espíritu de la Navidad habita en cada pequeño gesto de amor, en cada sonrisa, en cada abrazo, en la compañía de los seres que amamos.
Nos confirma que, mientras vivamos, siempre hay algo para dar.
Es una noche mágica, una llovizna aterciopelada cae sobre el Pacífico mientras un grupo de niños, emocionados por la Navidad, afina sus tambores, platillos y requinta para darle la bienvenida al Niño Jesús. "¡Que no caiga el bunde!", repiten mientras practican.
Al llegar al pesebre, uno de los niños pide casi susurrando: —¡Hagan silencio! ¡El Niño Jesús está durmiendo!
Todos se detienen, pero el ritmo sigue en sus corazones. El golpe de los tambores se ha convertido en caricias y los niños comienzan a cantar suavemente, pidiendo bendiciones para su ciudad, sus familias y sus amigos. La música, aunque más suave, es ahora más poderosa, porque se le han unido latidos de corazón.
Incienso, la mirra y el oro, le han dado al Niño más felicidad que estas risas y canciones de los niños de Pacífico. “Ya llegó el Niño” nos recuerda que la Navidad no solo se trata de regalos sino de la magia de corazones que laten juntos y la dicha que la música puede traer a nuestras vidas. "Que no caiga el bunde", es un lema para recordar que, pase lo que pase, la unión debe seguir siendo el ritmo que une a nuestros pueblos.
YA LLEGÓ EL NIÑO YA LLEGÓ EL NIÑO
NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS VISIBLES
MÚSICOS INSTRUMENTISTAS
Jackson Martinez(Kaes) - Requinta (Pata e gallina)
Yassir Enrique Parra(Yassir Sax) - Saxofón Tenor
Constantino Herrera(Tino Herrera) - Bajo Eléctrico
Clarinete
Nervo Jr Moreno - Bajo Eléctrico
Fredy Cañadas(Papucho’s Mambo) - Bombardino
Jose Luis Perea - Congas
Januar Palacios - Clarinete(Canaletico y aguacerito)
Francys Jair Hurtado - Piano
Jackson Ramirez (Panaderito) - Platillos
Walter Martinez (Cachaco) - Tambora
Juan Daniel Landazuri - Marimba de chonta (Aguacerito)
Andrés Sanchez - Guitarra (Ya llegó el Niño)
ARREGLOS MUSICALES
Constantino Herrera
Yesid Palacios (Ventura Mix)(Ya llegó el Niño)
INGENIERÍA DE SONIDO
Ingeniero de Grabación y mezcla
Yesid Palacios (Ventura Mix)
Ingeniero de Mastering
Brayan Pineda
PRODUCCIÓN
Producción Musical
Constantino Herrera Lewis
Brayan Pineda
Producción Ejecutiva
Paula Moreno
Corporación Manos Visibles
Álbum completo disponible en plataformas musicales