Gonzalo va de compras justas

GONZALO VA DE COMPRAS JUSTAS A Gonzalo no le gustaba ir de compras al supermercado con sus padres, se aburría mucho mientras su papá y su mamá se entusiasmaban llenando el carro de artículos de las estanterías: detergentes, conservas, aceite, galletas, etc. Sólo se animaba cuando pasaban cerca de la sección de juguetes. Pero hace unas semanas ocurrió algo en el supermercado que le ha hecho cambiar de idea, ahora le encanta ir de compras… ¿Qué es lo que ocurrió? Pues estaba Gonzalo mirando el estante de los quesos superaburrido cuando vio a un hombrecillo, sí era como un hombrecillo pero tan pequeño que cabía en su mano. Gonzalo lleno de curiosidad por saber que era aquello fue a tocarlo con su dedo, ¡podía tratarse de un juguete que él no conocía! Pero el hombrecillo se volvió poniendo cara de enfadado…y dijo con voz algo gruñona: - “NO SE TOCA” - luego se rió a carcajadas. Gonzalo estuvo a punto de salir corriendo a buscar a su madre, pero los pies no le respondieron, quiso gritar pero la voz no le salía de la garganta. El hombrecillo se puso el dedo en la boca y le hizo un gesto para que no hablara: - ¡sssshhh! Ven, acércate. Gonzalo se acercó con mucho miedo y pudo ver que tenía una pequeña libretita y un lápiz minúsculo en sus manos. El duendecillo le dijo: - ¡Hola!, soy el duende del supermercado, me llamo Pepinstunkin, pero todo el mundo me llama Pepe. ¿tú cómo te llamas? - Gon, Gon, Gonzalo - dijo temblándole la voz. - Bien, Gon, Gon, Gonzalo, ¿quieres que seamos amigos? Y se rieron los dos de la broma que le había gastado Pepe el duendecillo.