2. Talleres de Filosofía para niños y el texto Filosofando con los niños.
– Ahora represéntate el estado de la naturaleza humana, con relación a la ciencia y a la ignorancia, según el cuadro que te voy a trazar. Imagina un antro subterráneo, que tenga en toda su longitud una abertura que dé libre paso a la luz, y en esta caverna hombres encadenados desde la infancia, de suerte que no puedan mudar de lugar ni volver la cabeza a causa de las cadenas que les sujetan las piernas y el cuello, pudiendo solamente ver los objetos que tienen en frente.
Platón República libro VII
En el capítulo anterior señalamos que el libro ¿Quiénes son los estudiantes? Fibras, hilos y tramas formativas. Estudios antropológicos, filosóficos y sociológicos muestra en sus capítulos ‘Hacia una filosofía como arte del preguntar’ y ‘Talleres de filosofía para niños’ tanto un ejemplo detallado de la realización de los propios Talleres a los que hemos aludido, como del marco teórico en el que éstos toman su fundamento. En este capítulo, como apuntamos, haremos explícito el vínculo entre la realización de los Talleres mismos y el libro Filosofando con los niños, que cierra la trilogía de la cual venimos haciendo manifiesto la forma y el despliegue de sus fundamentos metodológicos. ¿Por qué apoyarse en la realización de Talleres de Filosofía para redactar el mencionado libro? Cómo decíamos, en la medida que Filosofando con los niños buscar llevarlos a éstos a interrogar su propio contexto psicológico y social; las preguntas y las respuestas, los debates y las disputas, los razonamientos y la inferencias, así como los dibujos que ellos mismos nos han proporcionado en los Talleres; nos parece que resultan una fuente importante para la redacción de nuestro texto: los Talleres de filosofía, al contar con la experiencia misma del desenvolvimiento del método mayéutico, se han constituido como principio fundamental para guiar la redacción de Filosofando con los niños que busca precisamente conducir a los pequeños a la problematización y crítica de su medio. Para decirlo de la mano de Sócrates y del propio Paulo Freire: la educación es educación sólo cuando conquista su carácter liberador, sólo en tanto recae justo sobre una realidad propia para desatar un proceso crítico y dialógico en el que el hombre deja de ser cosa y satisface su capacidad de relacionarse consigo mismo y su realidad. Filosofando con los niños, en este sentido, se nutre de los Talleres de filosofía y ambos pretenden, aun precariamente, empujar un proceso de humanización. Un proceso de humanización en el que al niño se le restituya su palabra, en el que al niño se le considere, como decíamos en el capítulo anterior, como persona. Los Talleres de filosofía para niños, como señalábamos en ¿Quiénes son los estudiantes?, en diversas ocasiones abren procesos psicológicos difíciles, en la