PRÓXIMO NÚMERO
SAN JOSÉ
Y LA EPIFANÍA
DSan José ¿El más grande de los santos? DLos “hermanos “ de Jesús DInfancia y juventud de José de Nazaret DEl Emmanuel pertenece a todos DCarta tonta a los reyes magos
ESPECIAL
ENTREVISTA
LA IGLESIA QUE CUIDA DE LA FAMILIA DOcho claves para obtener el éxito matrimonial
“Narcotraficantes buscan protección en cultos satánicos”
DLa felicidad en familia es posible DSiete argumentos no religiosos contra el “matrimonio” homosexual DFamilia, violentada por la ONU PÁGS. 3 A 7
Los jefes del narcotráfico mantienen una falsa adhesión a la fe católica PÁG. 9
El Observador DE
26 de diciembre de 2010
AÑO 16
SOBRE LA MARCHA SANTIAGO NORTE No feliz año, sino adelante, viajero: entrañable lector, amigo, mi hermano. Cuida tu amor, tu familia, tu relación con Dios. Cuida tu oración pues sin oración no hay santidad. Y tú y yo estamos llamados, convocados, empujados por Cristo a ser santos.
UN AÑO MUERE, LA IGLESIA SIGUE
Un año intenso para la Iglesia católica está por terminar; conviene recordar lo que vivimos para tener claro a dónde vamos p.15
EN OPINIÓN DE... IBARRA: ¿Por qué nos ignoramos? p.10 TRASLOSHEROS: El Papa, la Iglesia y el SIDA en África p.13 ARANGUREN: Herederos p.14
No. 807
elobservadorenlinea.com
LA
ACTUALIDAD
Fundado en 1995
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Sagrada familia,
modelo de amor filial T
odos nacemos y nos hacemos en familia; de ella recibimos las enseñanzas, los valores que pueden convertirnos en hombres y mujeres de bien o en todo lo contrario. «Dime qué familias tienes y te diré que sociedad eres»; en los tiempos que corren no debemos olvidar esto. Los enemigos de la familia se han multiplicado, la quieren distorsionar e incluso borrar. Como cristianos, debemos preservar la llamada «célula social», pues en su cuidado se juega la supervivencia de la humanidad.
La Iglesia nos propone como modelo a la familia más perfecta: Jesús, María y José. Hagamos vida las actitudes que nos muestran. Oremos pidiendo nos den fuerza para hacer de tu hogar y del mío centros que irradien el amor de Dios. El reto es doble: construir familias evangelizadas y hacer entender al mundo que si denigra el núcleo familiar, todos perdemos. No es tarea sencilla, pero de ello depende una humanidad sana. ¡Construyamos familias en y desde Dios!
¿QUIÉNES MUEREN EN CADA ABORTO?