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Marcasdeaguapara evitardesinformación
abogan por el ChatGPT como medio de ganar una ‘carrera’ con China
Discurso público
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Uno de los mayores expertos en inteligencia artificial (IA), Gary Marcus, profesor emérito de psicología y ciencia neuronal de la Universidad de Nueva York, cree que va a ser necesario aplicar marcas de agua en las imágenes generadas por robots, y algo parecido también en los textos, para diferenciarlos así de los generados por humanos y evitar que se propague la desinformación
En un artículo reproducido en el ‘New York Times’, Marcus, autor de dos libros dedicados a la IA, trata de evitar el tono catastrofista
“No soy de los que piensa que el planeta entero va a ser dominado por los robots”, pero admite que le preocupa “lo que los actores negativos pueden hacer con estas cosas, porque nadie los controla”
“¿Los beneficios superan a los costos? La respuesta más honesta es que no lo sabemos Algunos quisiéramos que esto se ralentice porque vemos sus costos a diario, pero eso no significa que no haya beneficios”, matiza, especialmente en ámbitos técnicos, y advierte de paso contra quienes
Como remedio inmediato, Marcus sugiere una especie de gobernanza internacional sobre el mundo de la IA: Lo que necesitamos es algo global, neutral, sin ánimo de lucro, con gobiernos y empresas participando en ello Tenemos que coordi-
Los problemas sobre polarización y el discurso público podrían empeorar, dice Marcus.
Las advertencias de Marcus se suman a las de otros expertos en los recientes días
Abaratar Los Costos
nar esfuerzos sobre cómo crear reglas ( ) Necesitamos crear un código sobre lo que es aceptable y quién es responsable”
Este organismo supranacional respondería a dudas razonables que ya se plantean, y pone los siguientes ejemplos: ¿Qué pasa si los chatbots mienten mucho?, ¿se puede permitir?,
El experto advierte también contra la tendencia de establecer el criterio absoluto de la eficacia a la hora de aceptar el uso masivo de la IA como un elemento para abaratar costos: "Estas herramientas nos pueden dar tremendos beneficios en lo referente a la productividad, pero también destruir el tejido social (en referencia a los eventuales puestos de trabajo amortizados) Si ese es el caso, ya no merecen la pena", proclama.