Bajo el Goce de la Libertad (1971)

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BAJO EL GOCE DE LA LIBERTAD

(Cuatro Mensajes del Gobernador)

• Ante la Federación de Cooperativas Juveniles

• Al entregar 71 Títulos de Propiedad a Parceleros de Minillas, en San Germán

• En el inicio de la construcción del Centro Regional de Distribución Comercial en Mayagüez

• Durante el homenaje de reconocimiento al Comisionado Residente Jorge L. Córdovo Díaz

BAJO EL GOCE Di LA LIBERTAD

En el fin de semana del 19 de marzo de 1971, el Gobernador de Puerto Rico, don Luis A. Ferré, visitó la ciudad de San Germán; el barrio Minillas en la carretera de San Germán a Sabana Grande; y la ciudad de Mayagüez. El Gobernador participó en tres actos diferentes: 1. la celebración del XVIII Congreso de la Federación de Cooperativas Juveniles de Puerto Rico; 2. la entrega de 71 títulos de propiedad a parceleros de Minillas, y 3. la colocación de la primera piedra para la construcción del Centro Regional de Distribución Comercial en Mayagüez.

El viernes siguiente, 26 de marzo, el Gobernador participó en un homenaje de reconocimiento ofrecido al Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington, licenciado Jorge Luis Córdova Díaz.

En estas cuatro actividades, el Gobernador pronunció un número igual de discursos, de manera improvisada.

Pocos días antes, la conciencia democrática de Puerto Rico había sido lastimada hondamente por la incomprensión de unos pocos que para defender sus ideas prefieren utilizar la agresión y no la argumentación; la violencia y no la razón.

El Gobernador Ferré, un cruzado de la democracia en acción, dedicó sus cuatro comparecencias de los días 19, 20 y 26 de marzo a ofrecer mensajes de comprensión y entendimiento al pueblo de Puerto Rico.

"Aquí hay tolerancia, hay un régimen democrático, y hay los medios pacíficos para lograr los propósitos que se quiera, de enmiendas a nuestro Gobierno, de enmiendas a nuestro régimen. Conservemos la paz y dirimamos estos asuntos sin re currir a la violencia. Con la violencia no se convence nunca a nadie. Se convence con la razón", señaló en uno de sus discursos.

En esa misma ocasión, dirigiéndose a los jóvenes cooperativistas que le escuchaban, el Gobernador formuló la siguiente invitación a toda nuestra juventud:

"Enriquezcan sus espíritus. Llenen sus corazones de belleza espiritual. Llenen sus mentes de conocimientos sanos. Aparten las pasiones y los prejuicios de su conciencia. Y vivan la vida de la verdadera libertad, de la comprensión hiunana y del respeto cristiano a los derechos y a la vida de los demás".

Y hablando en el homenaje al licenciado Córdova Díaz, el Gobernador Ferré llamó la atención al país, diciendo: "Vamos a evitar que un pequeño grupo destruya a Puerto Rico. Vamos a evitar que un pequeño grupo arruine a Puerto Rico. Porque Puerto Rico arruinado no será feliz ni en la estadidad ni en la independencia.

El Gobernador abundó en la realidad de que es bajo el goce de la libertad que tenemos en Puerto Rico, como podemos continuar el desarrollo y progreso de nuestro pueblo.

Los cuatro discursos breves y aleccionadores, fueron grabados y transcritos por la Oficina de Prensa de La Fortaleza. En este folleto se ponen a la disposición del pueblo para su conocimiento y análisis de rigor.

Una publicación de la Oficina de Prensa de La Fortaleza

DE LA LIBERTAD

(Cuatro Mensajes del Gobernador)

IMPRESO EN LOS TALLERES DE ARTES GRAFICAS DEL DEPARTAMENTO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA DEL

ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO • I97I

CALLE HOARE NÚM. 705 • SANTURCE, PUERTO RICO

Impreso en Puerto Rico • Printed in Puerto Rico

CONTENIDO

Mensaje al inaugurar el XVIII Congreso de la Fede ración de Cooperativas Juveniles, en la sede del Club Rotarlo de San Germán, el viernes 19 de marzo de 1971 3 Fotografía 8

Discurso al entregar 71 títulos de propiedad a un número igual de parceleros en el barrio Minillas de San Germán, el viernes 19 de marzo de 1971 9 Fotografía 14

Discurso en la ceremonia para iniciar los trabajos de construcción del Centro Regional de Distri-

bución Comercial, en Mayagüez, el sábado 20 de marzo de 1971 15

Mensaje de adhesión durante el homenaje al Comi sionado Residente en Washington, licenciado Jorge Luis Córdova Díaz, en un hotel de San Juan, el vier nes 26 de marzo de 1971 21 Al Lector

Publicaciones de la Oficina de Prensa de La Fortaleza

uden, junto al Secretario de Instrucción Pública, d comentario jocoso al inaugurar el XVIII Congreso fectuado en la ciudad de San Germán, el casado

MENSAJE ANTE EL XVIII CONGRESO DE LA FEDERACION DE

COOPERATIVAS JUVENILES DE PUERTO RICO, EN SAN GERMAN,

EL DIA 19 DE MARZO DE 1971

No saben lo feliz que me siento de estar aquí entre todos ustedes, viendo esta juventud que nos rodea, con las caras llenas de alegría, esperanza y satisfacción. Ese es el Puerto Rico que nosotros queremos. Ese es el Puerto Rico que cada uno de ustedes quiere. Es un Puerto Rico lleno de esperanzas, un Puerto Rico en el que todos vivamos en paz, respetándonos mutuamente los unos a los otros y cooperando mutuamente los unos con los otros. Ustedes, jóvenes puertorriqueños, están trabajando en la escuela humana de la mutua colabora ción. Porque el ser humano no se instruye solamente en la escuela. La instrucción escolar académica es una de las facetas del conocimiento humano. El conocimien to humanó trasciende la escuela y los libros. Los libros son la experiencia acumulada de siglos, de personas que han vivido la vida y que han encontrado en esa vivencia', en esa experiencia, la sabiduría, que es el objetivo de la vida.

El objetivo de la vida es la sabiduría, que es más que el conocimiento. El conocimiento se obtiene de los libros con facilidad relativa; pero la sabiduría no se obtiene de los libros. La sabiduría se obtiene de la experiencia, de la convivencia humana, del saber tolerar y el saber comprender, el saber amar y el saber perdonar. Esa es la sabiduría. Sócrates, uno de los grandes sabios, no estudió en libros. Sócrates estudió la vida misma. Y Platón también estudió en la vida misma. Todos esos grandes pensadores de la historia que ustedes conocen fueron enriqueciendo su vida con la experiencia. ¿Cuál ha sido el objetivo de toda la sabiduría del ser humano? El poder convivir en paz. El poder gozar de la libertad, para lograr en forma inteligente realizar sus aspiraciones a la felicidad; para poder enriquecerse espi ritual e intelectualmente; para llenar la vida de expe riencias ricas y bellas que hagan sentir en el hombre, en cada momento de su vida, el deseo de dar gracias a

Dios por haber sido tan bueno en dar al ser humano la oportunidad de cultivar las más bellas virtudes. Por eso es que es importante que la juventud comprenda la vida con esos objetivos y con esas virtudes. Nosotros, los puertorriqueños, somos enormemente afortunados porque vivimos en una comunidad en donde la libertad está garantizada por unas leyes sabias y bue nas, por un orden constituido democráticamente, por una actitud humana de los puertorriqueños, de comprensión y tolerancia. Mientras alrededor nuestro otros pueblos se desangran en luchas fraticidas y en odios estériles, en Puerto Rico la vida discurre llena de satisfacciones para la juventud y llena de esperanzas para todos y cada uno de ustedes. Tenemos que conservar así a Puerto Rico. Ustedes los jóvenes tienen que comprender que esta felicidad que gozan, que esta oportunidad de vivir la vida de libertad, es un regalo extraordinario que Dios le ha dado a Puerto Rico y que Puerto Rico tiene que conservar, defender y cultivar, porque la libertad no se goza igual en todas partes. No hay libertad en muchos países del mundo como la hay en Puerto Rico. De hecho, la hay en muy pocos. Y tenemos que protegerla.

Yo estaba hace unos días en un restaurante en San

Juan y se me acercó un muchacho joven que estaba sir viendo de mozo. Le pregunté de dónde era él, porque tenía un acento que no era puertorriqueño. Me contestó: "yo soy de Chile". ¿Y qué haces aquí?, le pregunté, y me respondió: "Pues tuve que salir de Chile porque no me encontraba allí tranquilo". Y al igual que chilenos, te nemos en Puerto Rico cubanos, y ciudadanos de otros países que vienen a Puerto Rico. ¿Por qué? Porque aquí se goza de la verdadera libertad que ellos no pueden gozar en muchas de sus patrias. Esa es la gran riqueza de Puerto Rico; esa es la gran riqueza de ustedes, jóve nes, y hay que conservarla. No pueden ustedes permitir que la pasión turbe su claridad intelectual para desviar a Puerto Rico de esa ruta de la libertad, de esta ruta de la tranquilidad y de esta ruta de la paz. Todos en Puerto Rico, sin excepción, queremos a Puerto Rico de todo corazón. Yo no creo que haya tierra en el mundo más querida que la tierra puertorriqueña. Porque no hay un solo puertorriqueño que no diga que la quiere, que no le cante con la poesía, que no le cante con el trabajo, colaborando a hacerla cada vez más hermosa; no hay un solo puertorriqueño que no quiere volver, si está fuera, otra vez a convivir en esta tierra de paz y de libertad.

Pero se cierne un peligro sobre esta libertad que es tamos gozando desde hace tan sólo setenta años. Esta libertad no se gozaba en Puerto Rico antes de 1898. Aquí se castigaba y perseguía al ciudadano con los com pontes, se castigaban las personas sin las garantías de ley, y no se respetaban los derechos civiles. Solamente desde que tenemos una forma democrática de Gobierno en Puerto Rico es que se goza de todas estas libertades.

Y como ustedes, los jóvenes, no conocen por experien cia propia lo que fueron aquellas épocas en que esta libertad no existia, tienen que estar muy alertas para no perderla. Porque después que se pierde la libertad, es muy difícil volverla a recobrar. Tienen ustedes que defenderla manteniendo una actitud objetiva, analizan do las situaciones y los hechos sin apasionamiento con verdadero sentido de realismo. Diciendo a los que quie ren desorientarlos; "Y ¿qué va a ser Puerto Rico si cam bia lo que tiene por una cosa que no conocemos?"

Analicemos por qué aquí se puede gozar de este bienestar y de esta libertad. Puerto Rico es la Isla y el territorio más pequeño de la América Latina. La superficie de Puerto Rico es de nueve mil kilómetros cuadrados. So mos casi tres millones de habitantes. Sin embargo, el presupuesto de esta Isla es de $1,200 millones. Compa paremos a Puerto Rico con otras áreas similares para ver qué tiene Puerto Rico que no tienen esas otras áreas. La República Dominicana, vecina nuestra. Isla también, tie ne el mismo clima y condiciones geológicas que tenemos nosotros, pero tiene siete veces la superficie de Puerto Rico. Tiene, sin embargo, igual número de habitantes que Puerto Rico. ¿Cuál es el presupuesto de la República Dominicana? Doscientos sesenta millones de dólares. El de Puerto Rico es mil doscientos millones de dólares, cinco veces mayor que el de la República Dominicana, con una séptima parte de la riqueza que tiene esa re pública. En nuestro sistema de Instrucción Pública es tamos invirtiendo $380 millones al año, que es más que el presupuesto total de la República Dominicana. Si añadimos a esto las ayudas de salud y las ayudas sociales, vemos que el presupuesto para estos servicios al pueblo, a todos ustedes, es de casi $700 millones, tres veces lo que es el presupuesto de la República Dominicana. Compa remos a Puerto Rico con México, que tiene doscientos mil kilómetros cuadrados de superficie y cuarenta millo nes de habitantes. El ingreso por persona en México es de $500 y en Puerto Rico es de $1,400, o sea, el nuestro

es tres veces más que el de México. En Argentina, el ingreso por persona es de $800. El de Chile es de $600. El de Puerto Rico es de $1,400. Esa es la realidad con que tenemos que enfrentarnos para analizarla objetiva mente y compararla.

Ustedes, jóvenes, tienen que estar conscientes que vivimos bajo un régimen de libertad que es lo mejor que se puede realizar en este momento en el mundo. Tenemos más libertad que en muchas de las naciones de Europa, y más libertad que en todas las naciones de América, fuera de Estados Unidos y de Canadá. Y esas son riquezas que no podemos permitir que se pier dan. Ustedes tienen que defenderlas.

Aquí hay tolerancia, hay un régimen democrático, y hay los medios pacíficos para lograr las enmiendas que se quiera a nuestro sistema de Gobierno, enmiendas a nues tro régimen. Conservemos la paz y dirimamos las dife

rencias de criterio sin recurrir a la violencia. Con la violencia no se convence nunca a nadie. Se convence con la razón. No hay necesidad de recurrir a la violencia para convencer al ser humano, porque la violencia destruye, mientras la razón construye. Y lo que Puerto Rico ne cesita no es destrucción, sino creación. Ustedes tienen por delante una vida maravillosa. Hay que enseñarles a gozar de esta vida y esta libertad. Hay que darles opor tunidades de desarrollar su capacidad creadora.

Como dije en mi Mensaje Sobre el Estado del País este año, cuando hay riqueza y plenitud en el espíritu, no hay soledad en el alma. Enriquezcan sus espíritus.

Llenen sus corazones de belleza espiritual. Llenen sus mentes de conocimientos sanos. Aparten las pasiones y los prejuicios de su conciencia. Y vivan la vida de la verdadera libertad, de la comprensión humana y del respeto cristiano a los derechos y a la vida de los demás.

DISCURSO AL ENTREGAR 71 TITULOS DE PROPIEDAD A PARCELEROS DEL

BARRIO MINILLAS DE SAN GERMAN,

EL DIA 19 DE MARZO DE 1971

Mis queridos compatriotas y amigos de este Barrio Minillas. Cuando estuvimos por aquí antes de la cam paña pasada, para hablarles a ustedes del propósito que tenía nuestro partido, de dar atención preferente y es pecial a la gente humilde, mucha gente creyó que aquello era un mero argumento de campaña.

Cuando dijimos que íbamos a dar el título de pro piedad por un dólar a todos los parceleros, para que cada uno de ellos fuera el dueño de su hogar, con escritura, con derecho a disponer de su hogar libremente, y de po derlo mejófar con seguridad de que nadie le podía qui tar la tierra en la cual estaba enclavado su hogar, nos dijeron que eso era imposible. Cuando dijimos que íbamos a aumentar los salarios de los obreros del cam po a un dólar la hora, nos dijeron que estábamos locos; y cuando dijimos que íbamos a dar el Bono de Navidad, nos dijeron que estábamos diciendo un disparate.

Dos años han pasado. No estamos hoy aquí para ha cer promesas. Las promesas las hicimos antes de noviem bre del 1968. Hoy ya están cumplidas. Dijimos que así se haría y así se hizo.

Hoy, gracias al programa agrícola de nuestro Gobier no, la agricultura de Puerto Rico está otra vez levan tándose de la ruina en que estaba cuando nosotros lle gamos a la gobernación. La caña de azúcar, que iba a desaparecer, la estamos levantando y apuntalando. No está todavía resuelto el problema. Pero ya se ve el ca mino hacia la solución. El 1ro. de julio de este año to dos los obreros del campo, todos, ganarán un dólar la hora.

Ustedes se acuerdan, trabajadores del campo, cuando ganaban cincuenta y cinco centavos la hora hace dos años. Y recuerdan que para que les aumentaran dos centavos tenían que hacer una huelga. Con este Gobier no, que está preocupado por dar ingresos a los humildes.

se aumentó en dos años, de cincuenta y cinco y sesenta y cinco centavos en la caña, a un dólar la hora. ¿Qué quiere decir eso? Un aumento, fíjense bien, de más de la mitad del salario. Porque de sesenta y cinco centavos, treinta y cinco centavos es más de la mitad. Así es que, en dos años, hemos hecho un aumento de más de la mi tad. Eso es un aumento sustancial. Sumen a eso el Bono de Navidad, que van a tener también los obreros del campo este año, que será el dos por ciento.

Pero eso no ha sido todo. También rebajamos el cos to de las tablillas de los automóviles. Porque el auto móvil ya no es el instrumento de lujo de unas cuantas personas privilegiadas. Ahora, en lugar de tener que pa gar cuarenta, cincuenta, sesenta, ochenta o cien dólares, por tablillas, se paga veinticinco dólares. También reba jamos el arbitrio que se paga por los automóviles. Así, ustedes pueden adquirir ahora un automóvil mejor por que le hemos rebajado la carga de los arbitrios.

Por otro lado, dijimos que íbamos a aumentar el sueldo a los policías, a los maestros, a los empleados pú blicos, a los bomberos; y que íbamos a reducir las horas semanales de trabajo a cuarenta horas. Y nos dijeron que no íbamos a poder hacer nada de eso. Y ahí está.

Ya está hecho. Ya los maestros, el primero de julio de este año, ganarán |435, en lugar de los $300 mensuales que ganaban hace dos años. Eso es un aumento de $135 mensuales. Sumen a eso el cuatro por ciento del Bono de Navidad que reciben a fin de este año. Lo mismo sucede con los empleados del Gobierno, que antes ga naban $100 y $150 mensuales. A partir del primero de julio de este año tendrán un mínimo de $250 mensuales.

Bajo este Gobierno, todo el mundo ha tenido un au mento grande en sus ingresos. ¿Por qué nosotros hici mos eso? Primero, por razón de justicia. Segundo, porque había que anticiparse a la inflación. Sufrimos en Puerto Rico, como en el mundo entero, una inflación, debido a que los productos y los servicios están aumentando en todo el mundo. Es inevitable que se afecte a Puerto Rico. Está aumentando la harina, está aumentando el alimento de ganado, está aumentando el precio de los zapatos, está aumentando el de los radios; todo está au mentando. Esto hacía necesario pagarle más dinero a la gente y aumentarle sus ingresos. Y así lo hicimos: Pón gase cada uno de ustedes a calcular, a pesar de que estén más caras las cosas, si ahora les sobra más o les sobra menos. Ahora les sobra más, porque nosotros nos anti-

cipamos a ese aumento inevitable y le aumentamos los ingresos a todo el mundo.

Otro esfuerzo nuestro está dirigido a preparar mejor a nuestra juventud. Porque la juventud en Puerto Rico salía de las escuelas sin las destrezas necesarias para po der trabajar en las nuevas industrias. Ahora estamos haciendo escuelas vocacionales, de manera que todos nuestros jóvenes se preparen en distintas destrezas para poder trabajar en esas nuevas industrias. Este es uno de los planes más imi)ortantes. De otra manera, nuestra juventud tendría que trabajar en trabajos que no le rin den bastante beneficio.

Y a tenor con ese plan, estamos haciendo esfuerzos, que vislumbran gran éxito, para establecer fábricas que promuevan muchos em¡jleos bien remunerados. Entre esas, estamos estudiando el establecimiento de astilleros, para la fabricación de barcos en Puerto Rico.

Ustedes saben, además, de la iniciativa de este Go bierno, al adquirir la Central Guánica. Si no es por ello, estaría cerrada en estos momentos y estarían desemplea dos miles y miles padres de familia en toda esta región de Cabo Rojo, San Germán, Sabana Grande, Guánica y Mayagüez.

Esa es parte de la labor de este Gobierno. Este Go bierno prometió que los humildes serían primero, y los humildes han sido primero.

Ustedes no saben, quizás, que las únicas contribu ciones que se aumentaron el año j)asado fueron las contribuciones a las corporaciones, bajamos arbitrios y tablillas de automóviles, pagos por dependientes que beneficiaban a los humildes. Pero a las corporaciones les subimos las contribuciones, del 33 por ciento al 40 por ciento. Las corporaciones pagaron este ai'io $10 millones más en contribuciones de ingreso que lo que pagaron el ano jjasado, para jtoder darle a ustedes mejores hospitales, mejores escuelas, mejores carreteras y mejores servicios públicos. Seguiremos dando mejores servicios, mejores escuelas, una mejor Universidad, para que haya más muchachos estudiando en las escuelas, y para que haya medicina y médicos para los enfermos en los hos pitales.

Quiero hablarles de otro tema muy importante. Puer to Rico es uno de los países más libres del mundo. Mu chos de ustedes han estado en Estados Unidos y se han tenido que dar cuenta que ni en Estados Unidos se go zan las libertades que hay en Puerto Rico. No hablemos

de otros países del mundo, donde hay tupamaros y pare dones, como en Cuba y en otros más. En Puerto Rico tenemos libertad completa. Puerto Rico es uno de los países más libres del mundo. Pero esa libertad no la va mos a tener siempre, si no la defendemos; si no la sabe mos defender la podemos perder. La libertad que noso tros gozamos y que goza la juventud, dos o tres personas la quieren destruir.

Es bueno que todos, especialmente los jóvenes, nos unamos para defender nuestro porvenir en este país, donde bay la verdadera libertad y el verdadero progreso.

Este Gobierno está dedicado a la justicia social, y la está realizando. Aquí bay 188 parcelas, de las que decían que no se les podía dar el título de propiedad. Nosotros dijimos: las daremos, y aquí estoy boy yo para entregar las primeras 71. Para que cada uno de ustedes sea dueño de su bogar. Esa es parte de la obra de justicia de este Gobierno que yo dirijo.

Puerto Rico es el paraíso de la libertad. Cuando bay comunismo en Chile, los chilenos vienen a Puerto Rico. Cuando bay problemas en Cuba, los cubanos vienen a Puerto Rico. Cuando bay problemas en cualquier otra nación de América Latina, vienen a Puerto Rico. ¿Por qué vienen a Puerto Rico? ¿Qué es lo que los trae a Puerto Rico? Vienen a Puerto Rico porque aquí bay más libertad que en ninguna parte de América. Y esa liber tad es la que tenemos nosotros que defender contra un grupo de personas que no quiere participar en el pro ceso democrático electoral utilizando los métodos de la persuasión, de los argumentos racionales, sino que pre fiere el método de las balas, de la violencia. Vamos a conservar lo que tenemos y vamos a defenderlo bien.

Espero que todos ustedes puedan gozar con sus hijos, por muchos, muchos años, de la felicidad de su propio bogar, en una Isla en donde realmente impere siempre la libertad, el respeto a la dignidad humana, el amor y la comprensión cristiana, que son las virtudes que ins piran al pueblo de Puerto Rico.

El Gobernador pronunció un discurso, durante la colocación de la primera piedra del Centro Regional de Distribución Comercial en Mayagüez, mientras aplauden, entre otros, el Alcalde de Mayagüez, señor Benjamín Colé, y el Secretario de Comercio, señor Milton Zapato. Observa, detrás, el Administrador de Terrenos, señor Federico Torres Campos.

DISCURSO EN LAS CEREMONIAS PARA EL INICIO

DE LA CONSTRUCCION DEL CENTRO REGIONAL

DE DISTRIBUCION COMERCIAL, EN MAYAGÜEZ,

EL DIA 20 DE MARZO DE 1971

He venido hoy a Mayagüez, con gran placer, a la ini ciación de este nuevo Centro Regional de Distribución

Comercial porque este es otro paso de progreso en el desarrollo del bienestar y la felicidad del pueblo de Puerto Rico. Gracias a la visión de un pueblo como el de Estados Unidos, que está atento a garantizar las li bertades de sus ciudadanos y el derecho a la felicidad y al progreso de cada uno de los ciudadanos de nuestra Nación, este Centro Comercial se va a inaugurar con una regalía de |2,800,000 hecha por el Gobierno Federal para una construcción de $6 millones. Como ustedes verán, la contribución del Gobierno Federal, de la Ad ministración del Presidente Nixon, es una cantidad sus tancial. Y quiero que ustedes sepan que esa actitud del Gobierno Federal, de la Administración del Presidente

Nixon, se está generalizando en todas las actividades del Gobierno Federal con respecto a Puerto Rico.

Ustedes habrán visto cómo se le está concediendo a Puerto Rico, bajo la nueva legislación sometida por el Presidente Nixon, ayudas sustanciales en otras áreas im portantes para el progreso y el beneficio de todos los puertorriqueños. Me refiero a las ayudas para los sellos de alimentación; a la ayuda que habrá de extenderse para el desarrollo de los recursos humanos en Puerto Rico, preparando a nuestra juventud y a nuestros hom bres y mujeres para poder trabajar y desarrollar destre zas que les den oportunidades de ganarse la vida con éxito y con buenas perspectivas de progreso; a las asig naciones para carreteras; a las asignaciones para obras públicas; y a otras actividades. El gobierno del Presi-

dente Nixon se ha apartado de la vieja tradición de que Puerto Rico sólo podía recibir una cantidad pequeña porque no paga contribuciones. Aunque Puerto Rico no paga contribuciones, el Presidente Nixon esta haciendo justicia a los ciudadanos americanos de Puerto Rico di ciendo: la justicia tiene que ser igual para todos los seres humanos bajo esta bandera nuestra de la libertad y la democracia, paguen o no contribuciones, porque el derecho a la vida, a la felicidad y al progreso es el dere cho de todos.

Con esa perspectiva. Puerto Rico se tiene que sentir lleno de esperanzas y de deseos de realizar mayores logros y mayores conquistas. Pero tenemos que velar porque estas libertades que estamos gozando no se destru yan. Las libertades que estamos gozando los puertorri queños no se han logrado fácilmente. La historia en el mundo ha sido de esclavitud, de tiranía, de guerra, de muerte. Muy pocas veces en la historia conocida de 7000 años ha habido asomos leves de respeto a la dignidad humana y de goce de la libertad para los seres humanos. Solamente durante un breve relámpago en Atenas, hace poco más de dos mil años, hubo un rayo de libertad. Y, más tarde, en el renacimiento italiano, hubo otro pe

queño relámpago de libertad en Florencia, hace qui nientos años. Y hace solamente doscientos escasos años, las trece colonias americanas crearon la Primer Nación fundada en el principio de la libertad y de que todos los hombres son iguales y tienen iguales derechos ante la ley. Y esa libertad que goza la Nación que tiene ciento ochenta años escasos de vida, libertad que ha costado tanta sangre en la historia del ser humano, es la que goza hoy Puerto Rico porque es parte de Estados Unidos.

Los puertorriqueños tenemos que asegurarnos que esa libertad no se nos quite. Tenemos que conservarla, tenemos que defenderla con cariño, con firmeza, sin odio y sin rencor, pero con valentía, para que nadie pueda atentar contra ella.

Dentro de ese régimen de libertad es que Puerto Rico ha progresado. Es hoy el área de la América Latina que tiene mayores ingresos. La más pequeña de todas las naciones de América Latina; con tres millones de habitantes, pero con un presupuesto más grande que el de todas las naciones de América Central, excepto Méxi co. Puerto Rico tiene para la educación un presupuesto de trescientos ochenta millones de dólares, porque esta mos conscientes que la educación no es para los ricos, la

educación es para todos. El dinero de la educación no está concentrado en manos de ningún grupo privilegia do. Ese dinero está repartido entre todos los estudiantes puertorriqueños pobres y ricos. Para salud y para ayu das sociales, asignamos |300 millones más, casi $700 mi llones que se reparten entre todos los puertorriqueños en esos importantes renglones.

Ese es Puerto Rico, el más pequeño de todos los pue blos de la América Latina. Aquí tenemos, cerca de no sotros, una hermosa república, la República Dominica na; siete veces más grande que Puerto Rico, con la misma población y, me consta, con los mismos deseos de progreso que tiene Puerto Rico. Pero ¿cuál es la di ferencia? Santo Domingo tiene un presupuesto total para todos los servicios de educación, de salud, carrete ras, y otros servicios, de $260 millones, frente al presu puesto de Puerto Rico de $380 millones para la educa ción solamente, a pesar de que tiene Santo Domingo mucho más riqueza que Puerto Rico, por ser siete veces más grande. Y así pueden ustedes hacer comparaciones con todas las naciones de la América Central: Honduras, Nicaragua, Panamá, y encontrarán que en Puerto Rico (porque podemos participar de la economía de Estados

Unidos) los puertorriqueños gozamos, no solamente de libertad, sino también del más alto nivel de vida de toda la América Hispana. Eso es lo que tienen que oír los jó venes que, desorientados por personas que no les dicen las realidades y verdades de la vida, los quieren llevar por caminos que pueden destruir las libertades y el pro greso que hoy gozamos en Puerto Rico.

Ese progreso está aquí hoy realizándose una vez más con esta obra de $6 millones, que es una obra pequeña en Puerto Rico, pero que sería una obra muy grande en otras naciones. Toda esta obra de progreso continúa bajo el goce de la libertad que tenemos en Puerto Rico.

¿Cuál es la importancia de esta obra en estos momen tos? Es inevitable que el costo de vida aumente. El costo de vida está aumentando en todas partes del mundo. Está aumentando continuamente. El costo de vida nunca baja, siempre sube. Pero ¿por qué sube siempre el costo de vida? Porque hay que subir los jornales, y al subirlos, tiene que subir el costo de los productos; hay que subir los sueldos, y esto también lleva consigo un aumento en el costo de vida. ¿Cómo podemos, entonces, compen sar nosotros, para que el aumento en el costo de vida no los perjudique a ustedes? De dos maneras. Una de.

las maneras es haciendo más eficiente la distribución y la producción. Y la otra manera es llevando más dinero al bolsillo del humilde, de manera que el humilde, aun que suban los costos de los productos, tenga más dinero, y le sobre más después de comprar más caros los pro ductos.

¿Qué ha hecho este Gobierno para resolver este pro blema? Sabíamos que el costo de vida tenía que aumen tar. Nos adelantamos al problema. ¿Cómo nos adelanta mos? Aumentándole el ingreso a todas las clases más necesitadas de Puerto Rico. A los trabajadores del cam po, que ganaban cincuenta y cinco centavos y sesenta centavos la hora, les dimos un salario suplementario que elevó a noventa centavos el salario este año y que lo elevará a un dólar el primero de julio de este año. El aumento es de cuarenta centavos, que es dos terceras partes de lo que ganaba el obrero de campo hace dos años en Puerto Rico. Y así hicimos con los maestros, que percibían $300 mensuales, y recibirán $435 el día primero de julio. Esto significa un aumento de más de un cuarenta por ciento en el sueldo de los maestros. Y así hicimos con los Policías, que le hicimos un aumento igual de más de treinta y cinco por ciento. Y así hicimos

con todos los empleados públicos que ganarán $250 mensuales el primero de julio. De manera que, aunque el costo de vida ha aumentado en más o menos un diez por ciento en estos dos años, el aumento habido en el ingreso de todas estas clases es un cuarenta, un cin cuenta y un sesenta por ciento. Es cierto que les cuesta el diez por ciento más lo que están comprando. Pero ganan un cincuenta por ciento más. Todavía les sobra el cuarenta por ciento, aunque hayan también tenido que pagar un poquito más por el agua, para que medio millón de compatriotas tengan también el derecho a recibir el agua en sus casas. Ellos van a vivir mejor con un poco más que pague el que puede.

Saque la cuenta cada uno de ustedes y verán como cada uno está ganando hoy mucho más y le está sobrando mucho más que lo que le sobraba antes.

Ayer hablaba yo con un policía de Añasco que me decía: "Don Luis es verdad que las cosas están más ca ras. Pero hace dos años yo no podía llevar mi mujer al cine. Ahora con mi sueldo más alto, la llevo dos veces en semana y me como mi biftec semanalmente."

El impacto de la inflación es inevitable, y está fuera de nuestro control. Tomemos, por ejemplo, el aumento

en el petróleo. Es inevitable y no podemos hacer nada. El petróleo ha sido aumentado por las naciones árabes que tienen un monopolio del producto, y Venezuela ha continuado el ritmo de aumento. Así es que el petróleo va a costar a los puertorriqueños, este año, no menos de cuarenta millones de dólares más. Este dinero saldrá de la economía de Puerto Rico. Todos los productos que se hagan con petróleo tendrán que ser más caros ahora. La fuerza eléctrica tendrá que ser más cara. Para com pensar este aumento inevitable sólo podíamos hacer lo que hemos hecho: aumentar los ingresos de los humil des. Y entre esos ingresos aumentados, también debemos contar el Bono de Navidad, que será el año próximo un cuatro por ciento. Eso compensa los aumentos en el costo de vida.

Lo otro que tenemos que hacer para enfrentarnos al

aumento en el costo de vida es aumentar la eficiencia de distribución, para que cueste menos distribuir los productos. Para eso es que estamos haciendo estos Cen tros Regionales de Distribución, de manera que, meca nizando los métodos de distribución, se gaste menos y el comercio pueda también vender los productos con menos gastos. Ese gasto menor irá a reducir el impacto del aumento del costo de vida del consumidor puerto rriqueño.

Este Gobierno se siente, pues, satisfecho del esfuerzo hecho para enfrentarse con el costo de vida que, repito, es un problema mundial. Estamos aumentando el ingreso de las personas que lo necesitan. Y estamos mejorando la eficiencia en la distribución de los productos para que haya menos gastos y los consumidores, ustedes, pue dan comprar más barato los productos.

Sonrientes, mostrando en sus rostros lo felicidad que produce el deber bien cumplido, aparece en esta fotografía el Gobernador, don Luis A. Ferré, y el Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington, don Jorge Luis Córdovo Díaz. La fotografía fue tomada la noche del 26 de marzo de 1971, cuando sé le rindió un homenaje al Comisionado Residente.

MENSAJE DE ADHESION DURANTE EL HOMENAJE

DE RECONOCIMIENTO AL COMISIONADO RESIDENTE EN WASHINGTON, LICENCIADO JORGE L. CORDOVA DIAZ,

EN UN HOTEL DE SAN JUAN, EL DIA 26 DE MARZO DE 1971

Me llena de alegría estar aquí esta noche, primero para dar gracias a Dios Todopoderoso y bueno con Puerto Rico, que nos permitió poder gozar de la feli cidad, de la dicha, de la fortuna de continuar teniendo junto a nosotros, defendiendo a Puerto Rico, sirviendo a su patria con lealtad y patriotismo, con espíritu de sacrificio extraordinario, a este gran puertorriqueño que se llama Jorge Luis Córdova Díaz.

Este acto de esta noche es, pues, uno de gracias primero y, después, de homenaje. Es acto de gracias porque Puerto Rico necesita a Jorge Luis Córdova Díaz en el Congreso. Y es de homenaje porque este pueblo tiene la obligación de reconocer los méritos de un hombre del calibre intelectual, de la calidad humana, del espíritu de sacrificio, y del patriotismo de Jorge Luis. Ya nuestro Alcalde de San Juan ha expresado

brillantemente toda la gesta histórica en la que ha participado Jorge Luis para que este Gobierno viniera a dirigir el destino del pueblo de Puerto Rico. Ya él ha explicado en detalles cómo Jorge Luis Córdova Díaz fue factor importante en el triunfo del deseo de Puerto Rico de gozar de la gran democracia que hoy en día goza nuestro país, de esta gran democracia que permite que hombres y mujeres perseguidos por tiranías y dicta duras extrañas, puedan venir a esta patria y encontrar aquí abiertas nuestras puertas para gozar de la libertad que no se puede gozar en tantos otros países del mundo.

Esta libertad vale mucho. No en términos de dinero. Aunque sí vale en términos materiales, vale más en términos de dignidad humana. Vale más en términos de goce espiritual y, vale más, mucho más, en término de saber cada uno de nosotros que nuestra familia, que

nuestros hermanos, que nuestros hijos tienen garanti zado el derecho a su vida y a la consecusión de su felicidad sin que puedan, en momento alguno, encon trarse una noche perseguidos, y por la mañana encar celados. Esta libertad es la libertad que quiere seguir gozando el pueblo de Puerto Rico.

Jorge Luis ha contribuido constantemente a afirmar esta libertad en la conciencia del pueblo de Puerto Rico. Lo ha conseguido, principalmente, por su vida ejemplar, por su defensa continua de los grandes valores de la democracia.

Recuerdo yo la frase que pronunciara De Hostos, aquel gran patriota nuestro, aquel hombre de corazón de león, de mente preclara, y de gran sentido moral cuando fue al Congreso de Estados Unidos a representar a Puerto Rico recién invadida nuestra Isla y dijo: "Yo vengo aquí a reclamar derechos y no a pedir favores".

Y esa frase lapidaria ha retumbado siempre en mi memoria. Pero De Hostos no pudo lograr que esa frase penetrara dentro de la conciencia de la Nación ameri cana. No había llegado el momento histórico, ni se había preparado la conciencia de la gran Nación que nos dio la ciudadanía para comprender esta demanda.

Ahora, después del año 1968, cuando triunfa este nuevo movimiento que reclama de la Nación americana el derecho de igualdad del pueblo de Puerto Rico, va otro hombre, otro peregrino, al igual que De Hostos, a ese Congreso. Y repite, no ante un comité solamente, sino ante el Congreso en pleno, en forma altiva y digna, vengo aquí a reclamar derechos, no a pedir favores. Lo hace con esa capacidad de persuasión, con esa habilidad extraordinaria, con ese talento que tiene Jorge Luis. Poco a poco, lo que no penetró en la conciencia del Congreso con Hostos, en dos años ha ido penetrando gradualmente, porque Jorge Luis, que podía hablar el idioma, que comprendía al pueblo de Estados Unidos, fue allí, no solamente a pedir para Puerto Rico, sino que fue a dar para la nación que nos está garantizando la libertad y está consiguiendo exitosamente que se reco nozcan los derechos del pueblo de Puerto Rico.

En dos años, este Gobierno está haciendo comprender al pueblo americano que nosotros somos ciudadanos americanos con iguales derechos y que reclamamos esos iguales derechos políticos, pero que somos un pueblo con características distintas, con nuestra identidad, con nuestro idioma, y que queremos y hemos de conservar

esa identidad, que queremos y hemos de conservar ese idioma, que queremos y hemos de conservar esas caracte rísticas. El mundo de hoy ha llegado a comprender que los seres humanos tenemos derecho a ser lo que en nues tra íntima conciencia aspiremos a ser; que la dignidad humana tiene que respetarse en cada ciudadano. Que la Nación americana no es una cosa igual e uniforme, sino que es una Nación que tiene un sinnúmero de culturas distintas, de culturas que conviven enriquecién dose mutuamente, sumándose en una magnífica gesta ción de riqueza espiritual y de riqueza moral, y de fuerza de voluntad para vivir la vida de la libertad. Ese pueblo ha comprendido que Puerto Rico, hablando español, sintiéndose lo que es: puertorriqueño, cantando La Borinqueña, puede ser tan parte de Estados Unidos como cualquier Estado de la unión americana.

El mundo de hoy y el de mañana quiere destruir los prejuicios. El mundo de hoy y de mañana quiere libertad, quiere paz, quiere comprensión, quiere amor.

La juventud se rebela, porque quiere vivir, no una vida amenazada por la guerra y la destrucción, el odio, la subversión y la agresión, sino que quiere una vida ben decida por las virtudes de la bondad, y bendecida por la

gloria de la felicidad. Este pueblo de Puerto Rico, que tiene una gran capacidad para gozar y entender estas cosas, quiere esa clase de vida y rechaza todo movimiento subversivo que trate de romper la unión y el amor que hay entre nosotros. Yo pido a quienes difieren de noso tros en el ideal, pero que quieren, como nosotros, una vida de libertad para Puerto Rico, una vida en la cual nuestra identidad se sostenga y se mantenga y que quie ren que podamos gozar de nuestros valores espirituales y culturales; a esos que creen en la independencia, pero en la independencia con paz, con comprensión, con liber tad, al igual que nosotros creemos en la estadidad con paz, con comprensión y con libertad, les pido que ayuden a Puerto Rico a ser un país tranquilo y feliz. Que per mitan que se siga el debate en el plano civilizado, en el plano de la comprensión, en el plano pacífico, en el que pueda cada uno expresarse sin que se llegue a la agresión, a la subversión, al derramamiento de la sangre, o a la destrucción de la vida de nuestros compatriotas.

Nosotros, los que creemos en la estadidad, estamos listos a ese debate. Les digo a ellos: a los que yo sé que son buenos puertorriqueños porque quieren a Puerto

Rico, a los que no están píirticipando en agresiones, a los que no están sujetos a tremendos prejuicios: vamos a evitar que un pequeño grupo destruya a Puerto Rico.

Vamos a evitar que un pequeño grupo arruine a Puerto Rico. Porque Puerto Rico arruinado no será feliz ni en la estadidad ni en la independencia.

Jorge Luis, en nombre del pueblo de Puerto Rico te damos las gracias. Has hecho una labor magnífica. Has acercado el corazón de Puerto Rico al corazón de la Nación americana, y has abierto el camino para que Puerto Rico pueda ser tratado con la justicia que a Puerto Rico le corresponde.

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Bajo el Goce de la Libertad (1971) by La Colección Puertorriqueña - Issuu