Habitación Macbeth
Pompeyo Audivert, actor y director
Argentina
Teatro Cervantes
Viernes 24, sábado 25, 17 h
+18
90 min (sin intermedio)
Estreno en México
Foto: Bernabé Rivarola
Actuación y dirección: Pompeyo Audivert
Música, composición y ejecución de violonchelo en vivo: Claudio Peña
Asistente en giras: Luz García
Producción ejecutiva: Verónica Costa
Diseño de luces: Horacio Novelle
Iluminación en giras: Julio Vega
Sonido en giras: Sebastián Ochoa
Escenografía: Lucía Rabey
Fotos: Santiago Martinelli
Vestuario: Luciana Gutman
DG, web y gestión de redes: Verónica Costa
Foto afiche: Bernabé Rivarola
SINOPSIS
A través del cuerpo de un actor (encontrado en la fosa del teatro), las Brujas Fatídicas del páramo de huesos representarán la tragedia
Habitación Macbeth, para el goce, deleite, y catarsis metafísica de nuestra majestad creadora Hécate, vulgarmente conocida como El Público.
NOTAS AL PROGRAMA
A lo largo de los siglos, La tragedia de Macbeth de William Shakespeare ha estado envuelta en un halo de supersticiones. En algunas épocas se ha llegado al extremo de evitar mencionar su nombre, refiriéndose a ella únicamente como “la obra escocesa”.
La razón principal de su mala fama recae en la presencia de las tres brujas, cuyas invocaciones parecen trascender la ficción. Se dice que no sólo condenaron al personaje titular, sino que también extendieron su maleficio a actores, recintos y compañías que se atrevieron a representarla. Desde accidentes inexplicables hasta disturbios y desgracias en escena, la historia de Macbeth se ha tejido con relatos de fatalidad que han aumentado su misterio y fascinación.

En el límite entre esta superstición y la mística del rito teatral, el reconocido actor argentino Pompeyo Audivert sitúa el eje de Habitación Macbeth en un cuerpo ocupado por todos los personajes de la tragedia en una vorágine de apariciones. La célebre “maldición”deja de ser aquí simple anécdota para convertirse en método, “mostrándonos el esqueleto que sostiene la tragedia shakespereana como un fenómeno paranormal de naturaleza metafísica”, como señala el maestro y fundador del Teatro Estudio El Cuervo de Buenos Aires. La interpretación, más allá de su sentido actoral, encuentra en el unipersonal un sentido profundo que trasciende el mero capricho formal. Responde a la lectura que hace Audivert sobre el clásico impronunciable. Para él, Macbeth habla de la identidad, de las múltiples máscaras que portamos los seres humanos, y de cómo ésta puede verse trastocada por la interpretación de una palabra dicha sobre nosotros, en este caso la maldición enunciada por las hechiceras. La puesta hace gala de la austeridad de la caja negra, como símil de metáfora encarnada de oscuridad que encuentra en la luz escénica el balance ideal para crear sorprendentes efectos dramáticos. Los pocos objetos que se utilizan durante la puesta en escena logran transfigurarse ante nuestros ojos gracias a la fuerza evocadora de la poesía de Shakespeare, realzada por el acompañamiento musical en escena del chelista Claudio Peña.
Presenciar esta propuesta, lección maestra del arte teatral, reafirma el hechizo de William Shakespeare, cuya permanencia ininterrumpida lo consagra como un autor transhistórico, capaz de dialogar con cada época. Hay algo inquietante “casi fantasmagórico en el hecho de que sobre la pareja de conspiradores y asesinos de esta pieza se hayan proyectado, una y otra vez, rostros que nos resultan familiares. Como advierte Audivert: “somos una sociedad Macbeth, nacida de una voluntad de poder compulsiva, cargada de un imperio que no admite rechazo”.
En ese sentido, Habitación Macbeth se presenta como una casa de espejos deformantes donde la tragedia de Shakespeare se sostiene como un comentario feroz que corre siempre a la par de los tiempos. Devolver a escena este clásico es convocar una auténtica posesión sobrenatural, en donde se encarna aquello que reconocemos para exorcizarlo. En palabras de Audivert, se trata de señalar “las compulsiones criminales que rigen al mundo y, por otro, hacerlo mediante un procedimiento que restablezca y exalte las facultades sagradas de nuestra identidad poética.
Verónica Bujeiro
El piedrazo en el espejo
Erigir un espejo para reflejar alguna circunstancia ficcional y producir así una unidad referencial con los espectadores es una estrategia muy común en la que el teatro suele quedar atrapado; apedrear el espejo en el momento en que esa unidad se ha producido y amenaza cristalizarse no lo es (por eso Shakespeare y Beckett son geniales, no quieren reflejar al mundo sino revelar su condición de lápida).
El piedrazo rompe la promesa unidimensional del reflejo dejando que el espejo revele sus valencias secretas, sus misterios y su profundidad abismal, hasta el punto de volverse pozo ciego, antro que deglute la perspectiva ficcional del frente histórico, para devolver fantasmagorías alucinadas, preñadas de delirios y pasiones que dicen ser nosotros (nos otros).
En Macbeth es el espíritu del crimen el que se presenta, atizado por una fuerza sobrenatural (Hécate) que lo reclama y despierta, que lo impele sin réplica, a encarnar y manifestarse, a tomar el poder.
Shakespeare convoca los reflejos infieles que habitan más allá de la conciencia, fuerzas dorsales que viven larvadas en nosotros, rémoras de un crimen social que fundó nuestra perspectiva histórica y no cesa de producirse; somos una sociedad Macbeth, nacida de una voluntad de poder compulsiva, cargada de un imperio que no admite rechazo.
Habitación Macbeth es el intento de arrojar junto a Shakespeare un piedrazo en el espejo también en el nivel de las formas de producción, violentando la actuación y exaltando su metáfora: el actor como habitáculo, zona de encarnaciones, estructura de una presencia desparasitada del yo histórico y en disposición de manifestarse, de salir a la luz, de representarse teatralmente.
La actuación como fenómeno paranormal, como alcance teatral de esa identidad de estructura donde habita nuestra presencia.
Esa es la apuesta paradojal de esta obra: por un lado, señalar, a través de Macbeth y sus circunstancias, cómo la identidad histórica es arrastrada a las compulsiones criminales que rigen al mundo y por otro, hacerlo mediante un procedimiento que reestablezca y exalte las facultades sagradas de nuestra identidad poética, su capacidad de vibración y devenir: a través de un cuerpo habitado, un cuerpo habitación donde sucede la tragedia.
Pompeyo Audivert
Sobre el proceso creativo de Habitación Macbeth
Desde que comencé a hacer teatro, tuve la necesidad de llevar adelante un trabajo en el que un actor hiciera todos los personajes de una obra, un intérprete habitado por todas las criaturas que circulan por un texto y sus temas: un cuerpo habitación. Antes de la pandemia, había empezado a escribir una versión sobre Macbeth, esa obra extraordinaria y profundamente misteriosa, donde lo sobrenatural se impone a lo humano y marca el destino. En eso estaba cuando llegó la COVID y con ésta, la certeza angustiante de que sería para largo.
Reducido a mi casa de Mar del Sur, tomé conciencia de que la única zona teatral que quedaba para mí, era mi propio cuerpo. Del mismo modo que el mono de Kafka encuentra una salida volviéndose hombre, yo la encontré volviéndome Macbeth. Fue un proceso de una profunda inspiración mágica, con una fe casi fanática en el material. Me sentía, como diría el poeta Ramponi, asistido en el trance por alguien que era yo mismo del revés, en mi ausencia, por presencias que me ayudaban en la escritura.
Una vez que terminé el texto, comencé con el trabajo en largas caminatas en ese ambiente salvaje y excitante como lo es el de la playa y el campo, en donde iba diciendo la letra en voz alta, cambiando la fisicación de mi cuerpo según iban siendo los personajes y avanzando de esa manera, tan poco común, en la memorización de la obra.
Finalmente, regresé a la ciudad y me dediqué al montaje y puesta en escena. En esa etapa, se sumó al trabajo el músico Claudio Peña y fue fundamental para aportar a la obra la indispensable atmósfera de ensoñación y misterio, que sólo un artista de su nivel puede darle. La estrenamos con aforo del 30% y fuimos llegando de a poco al 100%.
Desde entonces hasta la actualidad, estamos a sala llena. Es muy intenso lo que sucede con el público, una suerte de comunión metafísica donde el tiempo y la presencia se suspenden para encender zonas de identidad y pertenencias extra cotidianas. En este nuevo año de Habitación Macbeth, nuestro deseo es intensificar aún más esta experiencia tan singular y alcanzar, junto a los espectadores, nuevos niveles de teatralidad.
Pompeyo Audivert
SEMBLANZAS
Pompeyo Audivert
Es un actor, director teatral, dramaturgo y docente argentino. Desde 1990 dirige el Teatro Estudio El Cuervo. Con una trayectoria ubérrima, ha trabajado como actor en obras dirigidas por figuras como Ricardo Bartís, Leonor Manso, Jorge Lavelli y Emilio García Wehbi. Como dramaturgo y director, ha realizado adaptaciones y creaciones originales entre las que destacan Muñeca (versión libre de la obra de A. Discépolo), Trastorno (adaptación de El pasado de Florencio Sánchez), Museo Ezeiza 20 de junio de 1973, instalación teatral, Edipo en Ezeiza y La farsa de los ausentes (adaptación de El desierto entra a la ciudad de R. Arlt).
Ha dirigido La señora Macbeth de Griselda Gambaro, Medea de Eurípides y Antígona Vélez de Leopoldo Marechal, y actuó y codirigió junto a Rodrigo de la Serna y Andrés Mangone, El farmer de Andrés Rivera. En 2019 publicó el libro El piedrazo en el espejo (Teatro de la fuerza ausente) donde habla de su técnica de formación teatral y su escritura dramática. En la actualidad, como actor y director, presenta Habitación Macbeth, en su quinta temporada.
Foto: Santiago Martinelli Massa
Claudio Peña
Originario de Argentina, es docente, compositor y violonchelista de la música de más de treinta obras de teatro y de películas mudas, danza, sonatas para violonchelo solo, tríos y cuartetos. Creador y director del evento anual 100 violonchelos. Ha ganado los premios María Guerrero y Luisa Vehil por su composición de música para teatro. Realiza conciertos de música improvisada y jazz y ha dado conciertos en el lthaca College de Nueva York, en Filadelfia, México, Porto Alegre y Buenos Aires entre otras provincias de Argentina. Dirigió el ensamble de violonchelos ARRE! y participó como músico en escena de las obras El farmer con Pompeyo Audivert y Rodrigo de la Serna y La farsa de los ausentes. Actualmente es músico en vivo de la obra Habitación Macbeth de Pompeyo Audivert.
Luciana Gutman
Vestuarista argentina de larga trayectoria en teatro y medios audiovisuales. Para las artes performáticas ha diseñado para ópera, danza y teatro de prosa. Ha trabajado para los teatros más importantes de Argentina. En su trayectoria internacional trabajó en Estados Unidos, Francia, Montecarlo, Grecia, República Checa, Polonia, Letonia, Chile, México, Colombia, Brasil y Uruguay. En México ha colaborado con la Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes (vestuario de Diálogos de Carmelitas, Manon Lescaut, Carmen y Lady Macbeth de Mtsensk). Ha participado en ediciones anteriores del Festival Cervantino (2008 Manon Lescaut; 2016 Ópera de Cámara del Teatro Colón de Buenos Aires). Producciones en las que ha trabajado recibieron numerosos premios entre los que se cuentan: ace (Asociación de críticos del espectáculo, Argentina), Premio de la crítica (Chile), Premio Lunas (México), Premio de la crítica (Polonia) y Opera xxi (Asociación de Críticos Iberoamericanos). Ha diseñado también vestuario para largometrajes y cine publicitario, así como escenografías teatrales y ambientaciones.

Julio Vega
Iluminador. Estudió fotografía y cine en el Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda, y en la Universidad del Cine. Se especializó en el área de fotografía, iluminación y manejo de cámara y dirección de fotografía para cine. Y como iluminador en escenarios, tras su paso por la carrera de Diseño de Iluminación de espectáculos en la una
Como experiencia teatral, diseñó la iluminación de más de 30 espectáculos desde el año 2012, y trabajó en otros tantos adaptando el diseño a diferentes espacios en giras nacionales e internacionales.
Lucía Rabey
Artista argentina con formación internacional en artes visuales, teatro, fotografía y diseño. Desde temprana edad se vinculó con el arte, desarrollando un recorrido marcado por la multidisciplina. Ha trabajado en proyectos teatrales como vestuarista y escenógrafa en el Teatro Nacional Cervantes. Fue reconocida por su labor en obras como Habitación Macbeth y Trastorno. Su trayectoria integra la experimentación en escenografía, vestuario y artes visuales. Ha recibido premios internacionales como artista visual y diseñadora. Se formó en Buenos Aires, Milán, Polonia y Estados Unidos, consolidando una mirada global. Es fundadora y Directora Creativa de Toribia Choque, proyecto que une arte y moda. Concibe esta creación como parte de una obra artística expandida y total. Todo su trabajo configura un cuerpo de obra atravesado por innovación y sensibilidad estética.
GOBIERNO DE MÉXICO
Claudia Sheinbaum Pardo
Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
SECRETARÍA DE CULTURA
Claudia Curiel de Icaza Secretaria
Marina Núñez Bespalova
Subsecretaria de Desarrollo Cultural
Valeria Palomino
Directora General de Circuitos y Festivales
FESTIVAL INTERNACIONAL CERVANTINO
Romain Greco
Coordinador Ejecutivo
INVITADOS DE HONOR: INVITADOS DE HONOR:
PATROCINADORES:
CON EL APOYO DE:
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PARA LA PUBLICACIÓN DEL CATÁLOGO DE LA 53 EDICIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL CERVANTINO
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PROGRAMACIÓN SUJETA A CAMBIOS @cervantino | www.festivalcervantino.gob.mx
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