Chula The Clown y la Banda de Música del Estado de Guanajuato
Julieta
Gabriela Muñoz, directora
Adalberto Tovar, director musical
México - Guanajuato
TEATRO JUÁREZ
Lunes 13, 18 h
+12
65 min
Colaboración fomentada por la Secretaría de Cultura de Guanajuato


Autora, intérprete y directora: Gabriela Muñoz
Diseño de vestuario: Rebekka Dornhege Reyes
Diseño de escenografía: Rebekka Dornhege Reyes y Gemma
Raurell Colomer
Diseño de iluminación: Aurora Rodríguez
Director técnico: Isaías Martínez
Música: Natalia Lafourcade
Diseño de sonido: Joaquín López
Ingenieros de sonido: Alan Ortiz y Elier Contreras
Confección de vestuario: Atelier Artisan Acby de Samuel Acebey
Ojo externo: Sampo Kurppa
Stagehand: Montserrat López S.
Producción: Jerónimo Gaxiola y Berenice González
Booking: Carolina Ortega (Aurora Nova)
Fotografía: Taleen Dersdepanian, Gianluca Quaranta, Flaminguettes
Poco se habla de envejecer. Pocos son los homenajes que se hacen a los mayores llegando a la recta final de la vida. La idea de explorar la vejez no como una decadencia, sino como una fase de creatividad, aprendizaje y curiosidad es poderosa, y me encanta abrir la puerta a la reflexión sobre lo que realmente significa envejecer para mí. Me encantó estar cerca de mi tía abuela Julieta y sentirla caminar cada escalón que la llevaría a despedirse de este paso terrenal. La vi, a sus 83 años, ir al salón de belleza con su grupo de amigas –“las viudas del jazz” como se llamaban a sí mismas– a beber ron con coca y fumar cigarros. La miré a los ojos a través de sus lentes de fondo de botella y me divertí viendo el ritmo de ella parpadeando en sincronía con pequeños movimientos de su boca, sacar su manita por la ventana para ver cómo estaba el clima y luego decidir cómo vestirse.
La escuché tocar el piano a la perfección a pesar de no recordar quién era, Julieta, un alma libre, divertida, creativa, vanidosa y coqueta, una mujer generosa que me enseñó mucho sobre la vida que algún día anhelo tener. Cuando pienso en envejecer, el estigma detrás de ello y las muchas transformaciones físicas que atravesamos para “detener el tiempo”, me pregunto ¿qué es ser
viejo?... ¿Es tener más de 50, 70, 90, 100? O somos viejos porque arrastramos los pies, tenemos canas, no bailamos o dejamos de reír... La idea de hacer esta pieza surgió poco tiempo después de que trabajaba como payasa en residencias de ancianos.
Tuve una gran sensación de alegría al escuchar sus historias completas y enérgicas y la poesía detrás de la vida, de envejecer y de metamorfosearse, me pareció mucho más significativo de cómo la sociedad lo pinta. Este tributo trasciende lo literal para acomodar el humor y los matices de una vida muy plena.
Gabriela Muñoz
NOTA AL PROGRAMA
El arte del clown va más allá de la nariz roja o del tropiezo destinado a provocar la risa fácil. Es un territorio amplio de exploración creativa y personal cuyos cimientos se sostienen en la falla, la vulnerabilidad, el ingenio y la astucia. Sobre este arte, la filósofa María Zambrano afirmaba: “…parece ser una de las formas más profundas de conciencia que el hombre haya alcanzado de sí mismo.”
Esa hondura es justamente la que persigue Gabriela Muñoz, conocida internacionalmente como Chula The Clown, en su espectáculo Julieta, un homenaje a los cuerpos que envejecen con la dignidad, la belleza y la gracia que la vida les concede. Aunque, en el trayecto, también deban enfrentarse a algún que otro tropiezo capaz de quebrarles alguna parte de su frágil anatomía. Inspirada por la vitalidad y el espíritu de su tía abuela, así como por los relatos y experiencias recogidos durante su trabajo en residencias para adultos mayores, Chula The Clown nos abre las puertas de la casa de Julieta, como si fuésemos convocados a abrir un curioso regalo. Con sus celebrados gestos y movimientos, la artista nos hace partícipes de una vida doméstica anclada en la rutina en la que conviven la añoranza del pasado y los rituales cosechados por años que se unen a los embates cotidianos de cosas que no siempre funcionan como una quisiera.


En una cultura que convierte la soledad y la edad en estigmas, la obra se atreve a mostrar a una mujer mayor en toda su humanidad: vulnerable, pero también alegre, coqueta, fuerte y capaz de reírse de sí misma. En ese sentido, Julieta es también una reflexión sobre la vejez y la feminidad, un recordatorio de que la vida siempre está llena de gestos hermosos, de deseos que persisten y de una dignidad que se afirma, incluso en la entereza de un peinado.
La música original de Natalia Lafourcade, reconocida creadora con quien Muñoz ha colaborado en varias ocasiones, aporta a la atmósfera una evocación nostálgica de otros tiempos. Sus notas llenan de gracia, calidez y melancolía las acciones de Julieta, como un pulso interno que nos habla de su vitalidad intacta.
En ocasión de su paso por el Festival Internacional Cervantino, la experiencia se verá gratamente potenciada con la musicalización en vivo de la Banda de Música del Estado de Guanajuato, bajo la dirección de Adalberto Tovar. Una colaboración celebratoria que expandirá en todos sus sentidos la experiencia de la obra, envolviendo al público en una atmósfera vibrante y llena de emoción. Julieta es un hermoso homenaje a la vejez que nos demuestra que el clown es también un vehículo de reflexión profunda sobre la existencia. La obra no idealiza el paso del tiempo ni lo ridiculiza, sino que hace gala de sus recursos para mostrarnos, en toda su crudeza y ternura, la fragilidad de un cuerpo que envejece, una memoria que se desvanece y una soledad que duele. Pero al mismo tiempo nos rescata con el bálsamo del humor y nos recuerda la gracia infinita que contiene la vida.
