Química celeste recorre veinte años de la trayectoria de Glenda León (La Habana, 1976) a través del concepto de la elevación en sus diferentes derivas materiales y metafísicas. En esta lectura curatorial, la ascensión y sus simbolismos vinculan el misterio de la existencia con la concreción de lo cotidiano, activando paralelismos y dialécticas entre la fuerza y la fragilidad, lo personal y lo absoluto, lo fugaz y lo trascendente.
En las obras aquí reunidas, la artista recurre al repertorio visual propio del ámbito tecnocientífico para resignificarlo, ampliando sus posibilidades de relación con lo real y de acceso a lo místico. Ondas de sonido, formas moleculares, modelos e instrumentos de medición son el punto de partida desde el cual León persigue la elevación intelectual, espiritual y sensorial, a menudo buscando materiales plásticos en su propio cuerpo o en la naturaleza.
Diana Cuéllar Ledesma / Curadora