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Volumen N° 42 Foto Poemas.
“SOYARTE” Adriana Rocha
Imágenes: Adriana Rocha.
Laia Editora.- Distribución y descarga gratuita. https://drive.google.com/drive/folders/1GFxYNd8Q5nE CUj2M8htX8dtJTHLjH4pT?usp=share_link
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E-mail: editoralaia@gmail.com
Copyright © 2024. Adriana Rocha
Todos los derechos reservados.
Enero 2024
Ella
Sus cabellos son hilos de color negro, sus ojos son dos cristales marrones, su nariz es una escultura hecha por sus ancestros, sus labios son rebordes carnosos y suculentos, su rostro es el de una mujer de cuarenta años.
El paso de las décadas ha modificado sus facciones, pero no le han restado sensualidad, como un buen vino los años han hecho de ella, una obra digna de admirar.
Cuando la veo, Cuando le hablo, cuando la escucho relatando su pasado, abundante de grandes hazañas,
me he impregnado del arte de su historia. Su esencia, su personalidad, sus palabras, su modo de expresarse, su vida, su trayectoria es arte para recordar.
Ella es un referente para esta nación, ella es luz que ilumina, ella es fuego
que incita a una revolución.
Su madura imagen es la causa, diversas obras de arte son las consecuencias, entre poemas, entre canciones, entre relatos, entre dichos, entre fotografías, puedes encontrar su nombre, con su nombre, viene una invitación al arte de la transformación.

Con
las piernas apoyadas contra la pared, por ahora en pausa, esperando que venga aquel para que las abra y provoque en el interior una revolución.
Tengo a mi feminidad en pausa y a mi piel expuesta, percibo desde
otro ángulo mi verdadero poder, el poder de ser mujer, lo acepto y lo disfruto.

De tus labios
Endulza mis pezones.
Tu lengua ardiente
Recorre mi

Alma de fuego
No has sentido
El calor de mi cuerpo, No has olido
El perfume de mi cuello, Pero leyendo mis palabras
Sabes que estás
Hablando con un alma de fuego.

Piel
Color caramelo, Sabor dulce, Olor agradable, Superficie lisa, A veces seca, A veces húmeda, A veces fría, A veces caliente, Agua, hielo, Perfume y miel
Actúan sobre su superficie, Creada para sentir, Lujuria cuando se percibe, Rodeada de placer, Activada por el movimiento,
En contacto crea fricción
Y mucha conmoción.

Cascadas oscuras
Cascadas oscuras, Curvas peligrosas,
Pechos de vida, Pezones terrosos, Piel de caramelo, Fuego de plomo, Aire seco, Arena plateada, Cielo gris,
Temperatura de pasión,
Dulce sudor, Expuesta a tu deseo,
Libre de hacer, Hecha de carne, Vestida de lujuria,
Nacida para complacer,
Veneno en sus labios, Magia en sus pupilas,
Seducción en su figura,
Madurez en su porte
Y el pecado entre sus piernas.

Ojos
Ojos color miel
Que saben a otoño, Ojos color marrón
Que saben a tierra de verano, Ojos color azul
Que saben a cielo de invierno, Ojos color verde
Que saben a una fresca primavera, Ojos narcisos

Mi Señor, caí en tu juego sentí la humedad de tu lengua en mi estómago y tus besos apasionados en mis pezones terrosos, me envuelves suavemente en tus fuertes brazos, sentí el peso de tu presencia en mi ser, gemí de placer,
abracé tus poderosos hombros y acaricié tu esbelta espalda, acaricié tu nuca masculina, llené de besos tu tapizada figura, saboreé tu piel con sabor a miel que me impregna de lujuria.
Mi señor, eres uno de los placeres más absolutos y cada vez que me entrego a ti, agradezco tu existencia y saboreo tu presencia.

Cruzando sus terrenos
Sentí sus fuertes
Brazos alrededor de mis caderas
Y sus dedos apuñalando mis muslos.
Tras unos cuantos empujones
Cedí a mis deseos.
Sentí el peso
De mi ropa caer al suelo, Piel con piel,
La temperatura de nuestros cuerpos
Empañando sus ventanas.
Una palma sujetaba mi
Melena entre sus dedos,
La otra recorría mi espalda.
Sus besos humedecieron
Todos mis labios.
El peso
Y la fuerza de su
Ser estaba dentro y sobre mí.
Gemí de placer
Y agradecí este maravilloso encuentro.
Haciendo caso a mi instinto,
Recorrí su pecho
Y el vientre con la
Con la humedad de mi lengua,
Sintiendo aún su vitalidad
Presionando contra mi intimidad.
Mis palmas y mis dedos
Sentían el arco de su espalda
Contrayéndose para darme
Dosis de placer.
Sus labios bebían el néctar
De mis pechos.
Duramos veinte minutos

Un domingo de verano, Después de ducharme, Palpo mi piel,
Me encuentro hermosa, Sólo tengo treinta años,
Me siguen llamando jovencita, Sigo robando los ojos masculinos
De mi cuerpo, Me veo hermosa,
Me siento poderosa,
Necesito una herramienta
Que me permita
Contemplar
Mi armadura corporal, Cogí mi cámara,
Utilicé el suelo
Y agradecí
Al espejo
Por ser el testigo
De mi feminidad.

Te veo
Te veo
Deseando mi calor, te veo
deseando mi sonrisa,
Te veo
Deseando mi olor, Te veo
Deseando mi sudor, Te veo
Deseando mi dulzura,
Te veo
Te veo deseándome.
Claudia Rocha Gómez
Nació en Bolivia. Ella es psicóloga.
La poesía, la fotografía y la psicología educativa son sus pasiones. Su viaje por el mundo de las palabras comenzó el año 2019. Ha participado en diferentes eventos literarios en Latinoamérica, España, India, Canadá, Malasia,

Volumen N° 42 Foto Poemas.
“SOYARTE” Adriana Rocha
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