Proyecto de lectura - Demasiados zapatos

Page 1


Demasiados zapatos

Autor: Sonia Krumm

Editora: Asociación Casa Editora Sudamericana

Grado de estudios: Nivel Inicial

Áreas de trabajo relacionadas: Religión, Comunicación, Desarrollo Personal

Tema: Amistad, cooperación, empatía.

Objetivos

• Reconocer las características que debe tener un buen amigo.

• Valorar las emociones de los demás y demostrar respeto e interés en ellas.

• Fomentar la empatía, la cooperación y la amistad entre compañeros.

Justificación

La esencia de Dios es el amor y demostró lo valiosos que somos para él al enviar a su Hijo Jesús a este mundo para morir por nosotros y salvarnos. Dios desea que todos los seres humanos reflejemos ese amor hacia los demás. Una de las formas de manifestarlo es a través de una amistad genuina, en la que se vivan los valores cristianos que Dios nos enseña en su Palabra.

A través de la lectura de este libro, los niños aprenderán las características de un buen amigo. Se identificarán con los diferentes personajes y descubrirán la alegría que surge cuando nos preocupamos por las necesidades de los demás. Además, comprenderán que ser un buen amigo es una manera de mostrar el amor de Dios a los demás.

Actividades sugeridas

1. La caja de sorpresas. Preparar con anticipación una caja con los siguientes elementos en su interior:

• vendita o curita

• pelota

• muñeca o peluche

• juguete roto

• tarjeta con dibujo

• fruta

• cartuchera/estuche

• lápiz

• bufanda

Sentar a los niños alrededor y pedir a cada uno que vaya sacando un elemento de la caja, sin mirar, solo metiendo su mano. Para cada elemento, plantear las siguientes situaciones y preguntar qué harían en cada caso. El elemento mostrado les dará una guía para su respuesta:

• Vendita. Un compañero se cayó mientras jugaba en el recreo y se raspó la rodilla.

• Pelota. Todos están en el momento del recreo y la mayoría está jugando en grupo. Sin embargo, hay un compañero que está solo y mira desde un rincón cómo juegan los demás.

• Muñeca o peluche. Tengo un amigo que se siente triste y necesita consuelo.

• Juguete roto. Estuvimos jugando con nuestros juguetes, pero a un amigo se le dañó el suyo.

• Tarjeta con dibujo. Un compañero nuevo llegó al salón de clases y se siente solo.

• Fruta. Es la hora de comer la merienda y un compañero no trajo nada en su lonchera.

• Cartuchera. Mis compañeros me visitaron en mi casa. Cuando se fueron me doy cuenta de que uno de ellos se olvidó la cartuchera en mi casa.

• Lápiz. Un compañero está intentando hacer algo en su cuaderno, pero se le dificulta mucho completar una tarea.

• Bufanda. Un niño tiene frío y necesita algo para abrigarse.

A través de cada situación, ayudar a los niños a comprender cómo se sienten los otros niños en las situaciones planteadas y cómo se sentirían si pasaran por situaciones similares, desarrollando en ellos la empatía. Valorar sus aportes en las respuestas dadas a cada situación anterior y conectar con la historia que se leerá.

2. Comentar a los niños que van a leer un cuento en el que surgió una necesidad. ¿Cómo creen que actuarán los personajes que intervienen? ¿Será que lograron ser tan bondadosos y buenos amigos como ustedes lo han sugerido en la actividad anterior?

3. Presentar la tapa del libro y pedir que observen detenidamente cada detalle, tanto del paisaje, como de los zapatos. Preguntar:

• ¿En qué lugar se va a desarrollar la historia?

• ¿Cómo está el día?

• ¿Qué estación creen que es?

• ¿Por qué lo creen así?

• ¿Quiénes han estado en un lugar así?

• ¿De quienes serán los zapatos que observamos?

• ¿Son todos iguales o distintos?

• ¿Cuántos zapatos hay?

• ¿De qué colores son?

• ¿Por qué crees que hay tantos zapatos?

• Si tuvieras que escoger un tipo de zapatos para pasear en el campo, ¿cuál escogerías? ¿Por qué?

• ¿De quiénes serán estos zapatos?

• ¿Qué historia creen que nos contará este libro de zapatos?

Dar lugar a todas sus posibles respuestas y generar curiosidad en ellos por saber qué es lo que pasará en la historia.

4. La historia incluye palabras resaltadas y sonidos onomatopéyicos relacionados con los bichitos. Es fundamental trabajar estos sonidos con los niños para trabajar la conciencia fonológica, por lo que es necesario que aprendan a diferenciar los sonidos de su entorno, mejoren la articulación vocal y reconozcan que las palabras están compuestas por sonidos individuales. Durante la lectura, cuando los niños vean una onomatopeya en el texto, deben imitar el sonido mientras realizan un movimiento acorde con su cuerpo. Por ejemplo, al hacer el sonido de la mariquita (“bssss”), moverán la cabeza en círculos, imitando el movimiento que representa la onomatopeya en el texto; o cuando representan la onomatopeya del grillo (cric, cric) darán pequeños saltitos.

5. Dentro del texto también encontrarán algunas frases con rima. A partir de esas frases, motivar a los niños a crear sus propias rimas. Para esto, preparar tarjetas con los bichitos que se presentan en la lectura y colocarlas en algún lugar visible del aula o entregarlas a grupos de trabajo armados con anterioridad. De acuerdo con el bichito seleccionado o entregado, los niños deben crear sus propias rimas. Con el fin de estimularlos se les puede dar algunas rimas y repetirlas con ellos mientras se dan palmadas rítmicas al pronunciar la parte tónica que rima. Aquí un ejemplo:

El grillo Fin saltó al jardín tocando alegre su violín

Ciempiés Andrés tiene muchos pies Sus zapatos de colores

muy pronto los ves

Bicho Bolita rueda sin parar Arriba, abajo y se vuelve a enrollar

La libélula Ula vuela sin parar y en el aire le gusta girar

6. Durante la lectura, a través de preguntas de diálogo, dar lugar a que los niños vayan observando los bichitos, los colores, las formas, los paisajes, los elementos del paisaje y todos los detalles mientras se los van mencionando. Preguntar, por ejemplo: ¿De qué color son los zapatitos de cada uno de los bichitos del cuento? ¿Cómo son los zapatos de cada uno de ellos? ¿Cuáles son las características de cada uno de los bichitos? ¿Qué juegos creen que les gustará realizar? De esta manera estamos estimulando la observación visual.

7. Motivarlos a ponerse en el lugar de los personajes, a relacionarse con las emociones que creen que ellos están sintiendo: ¿Cómo creen que se siente el ciempiés al tener que ponerse tantos zapatos? ¿Será fácil tener todos sus zapatos ordenados? ¿Qué sugerencia le darían? ¿Qué actitud muestran los amigos? ¿Les parecen correctas dichas actitudes? ¿Cómo actuarían ustedes? ¿Por qué los amigos no van enseguida a ayudar al ciempiés? ¿Cómo los demás bichitos le demuestran al ciempiés que son sus amigos?

8. Destacar en la lectura los valores de la cooperación, la amistad y la empatía preguntando: ¿Alguna vez ayudaste a un amigo? ¿Cómo se sintió? ¿Cómo te sentiste tú al ayudar? ¿Todas las personas necesitamos que nos ayuden en algo o creen que hay alguien que puede hacer todas las cosas solo? ¿Por qué creen que es mejor buscar el zapato todos juntos en lugar de que el ciempiés lo haga solo?

9. Permitir que, a través de la lectura, los niños vayan relacionando lo que va sucediendo con situaciones que les ocurren a ellos en la vida diaria. Dar lugar a que muestren sus emociones mientras observan la actitud de cada personaje y que las relacionen con otros momentos en que las sintieron. En esta actividad se pueden utilizar tarjetas relacionadas con las emociones (pueden ser caritas o emoticones que representen las emociones) con el fin de que los niños reconozcan cada emoción. Explicar que todas las personas sentimos emociones y es bueno conocerlas para saber cómo tratarlas.

10. Al finalizar la lectura realizar con los niños las siguientes actividades para reforzar el valor de la amistad.

El tesoro de la amistad. Preparar tarjetas con forma de zapatos (como los del ciempiés del cuento). En cada tarjeta escribir valores relacionados con la amistad, tales como empatía, respeto, generosidad, honestidad, cooperación, paciencia, lealtad, perdón, amabilidad, solidaridad. Esconder las tarjetas en distintos lugares del aula y pedir a los niños que ayuden a buscar el zapato perdido del ciempiés Andrés. Al encontrarlos, dialogar con los niños acerca de lo que es ser un buen amigo colocando algunos ejemplos comprensibles para ellos que suceden en su vida cotidiana:

Empatía. Si ves a un amigo que está triste porque se cayó, le das un abrazo y lo ayudas a levantarse.

Respeto. Si tu amigo quiere jugar un juego diferente, lo respetas y juegas a lo que él quiere jugar también.

Generosidad. Cuando compartes tus lápices de colores con un amigo que los olvidó.

Honestidad. Si accidentalmente rompiste un juguete, es mejor decir la verdad.

Cooperación. Cuando ayudas a ordenar el aula con tus amigos después de la jornada escolar.

Paciencia. Cuando estás en la fila del tobogán esperas tu turno sin enojarte. Todos podrán jugar si esperan.

Lealtad. Si tu amigo se queda a jugar solo en el aula porque está resfriado y no puede salir al patio, tú te que-

das con él para que no se sienta solo y triste.

Perdón. Si alguien te empujó sin querer y se disculpa contigo, lo perdonas y sigues jugando con él.

Amabilidad. Si ves a uno de tus amigos que no tiene con quien jugar, lo invitas a jugar contigo para que se sienta feliz.

Solidaridad. Si ves a un amigo al que le cuesta amarrarse los cordones de las zapatillas, lo ayudas y le enseñas.

Tener otros zapatitos con estos valores escritos y pedir a cada niño que escoja uno de los zapatitos que quiere poner en práctica durante una semana a la que puede llamarse “Semana de la Amistad”. Durante esa semana se puede colocar la tarjeta del zapatito en el pecho del guardapolvo para que los niños recuerden que durante esa semana son los representantes de un valor. Al finalizar la jornada de estudios de esa semana, la maestra debe destinar un momento para dialogar sobre las acciones que han realizado como representantes de ese valor y felicitar a los niños por su actitud. A través de este diálogo motivar al grupo a realizar todas las acciones de amistad que se van mencionando. ¡Todos pueden ser buenos amigos!, tal como los amigos del ciempiés Andrés.

11. Presentar a los niños una imagen de Jesús con los niños y reflexionar con ellos acerca del gran amigo que siempre fue él para los niños. Relatar la historia que está registrada en Mateo 19: 13-15 haciendo énfasis en cómo Jesús puso siempre a sus pequeños amiguitos en primer lugar. De la misma manera, Jesús quiere que nosotros amemos a nuestros amigos, que seamos buenos amigos y de esa manera mostremos su amor a los demás.

12. Utilizar algunos de los siguientes cantos sugeridos para fortalecer en los niños los valores de la amistad, la empatía y la cooperación.

• Amigos por Jesús

• Yo comparto

• Alegre al compartir

• Primero tú

• Me gusta hacer por otros

• Nos ayudamos unos a otros

• Hagamos bien a todos

• Yo quiero ser como Jesús

• Hay un lugar para todos

13. Motivar a los niños a que creen sus propias historias de amistad. Para presentarlas de manera oral puede preparar marionetas para dedos para escenificar la historia. Concluir el proyecto recordando a los niños que solo Jesús puede colocar el amor que necesitamos para ser buenos amigos. Cantar con ellos Cristo quiere que yo brille. ¡Él quiere que brillemos por él al mostrar su amor!

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Proyecto de lectura - Demasiados zapatos by Editorial ACES - Issuu