La Unión del pueblo
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nacional
Jóvenes de los veintitantos a los treinta y tantos de la cuenca minera leonesa no saben lo que es vivir sin crisis económica. Van encadenando una tras otra en un continuo ‘sobrevive como puedas’ que obliga a cada vez más a emigrar y deja cada vez menos alternativas a los pocos que se quedan.
La generación ‘abandonada’ de la cuenca minera del Bierzo: una vida laboral luchando por un futuro negro carbón Elisabet Alba | 05/09/2021 Fuente: https://www.ileon.com/actualidad/121387/la-generacion-abandonada-de-la-cuenca-minera-del-bierzo-una-vida-laboral-luchando-por-un-futuro-negro-carbon
La pirámide poblacional de la comarca leonesa del Bierzo tiene dos ‘mordiscos’. Dos generaciones enteras ‘perdidas’, y prácticamente consecutivas. La primera la de los cuarenta y tantos a los cincuenta y tantos y la segunda la de los veintitantos a los treinta y tantos. Una se la llevó la heroína. Jóvenes de los años ochenta en edad de salir y experimentar, de cuenca minera, con posibles, que no sabían las consecuencias de un mal pico. El que no murió en un baño de discoteca, no volvió a salir por su propio pie del coche aparcado junto al cementerio. Grupos enteros de amigos de los que con suerte quedan un par. Los que ‘controlaron’ entonces y consiguieron salir, los que ‘controlaron’ y cada semana esperan en el centro de Salud al reparto de metadona y los que nunca probaron la reina blanca porque les impresionaba que el billete para el viaje incluyera una jeringuilla.
César Sánchez / ICAL . Mineros de las comarcas del Bierzo y Laciana, David Navarro en el centro, cortando la autovía A6 en 2012.
que dos veces al año a bodas y funerales de los que se quedan.
La generación ‘abandonada’
En la comarca leonesa del Bierzo faltan dos generaciones: una ‘se perdió’ con la heroína y la otra quedó abandonada a su suerte, con un futuro negro como el carbón tras el cierre de la minería. La segunda es la de los que andaban a gatas cuando se enterraba a los yonquis. Crecieron sabiendo los peligros de la droga dura, pero encadenando crisis económicas. El estrangulamiento hasta la muerte del sector que alimentaba a todo el territorio y un futuro negro como el carbón que no ayudaron a aclarar ni la burbuja inmobiliaria ni la sustitución de empresas mineras por empresas de energía re-
novable los ha obligado a emigrar o a vivir en un continuo ‘sobrevive como puedas’ que cada vez ofrece menos alternativas. Son más una generación abandonada a su suerte que una generación perdida, aunque indudablemente pierden todos: ellos y también el territorio que los ve partir, con el riesgo de que echen raíces fuera y ya no vuelvan más
Las palabras siempre se entienden mejor si se las acompaña de imágenes. Y las crisis económicas, sociales y demográficas si se les pone cara. Alberto López tiene 34 años, es natural de Vega de Espinareda, y decidió empezar a trabajar siendo menor de edad para ganarse la vida. De la brigada de incendios pasó a la carpintería, pero el pinchazo de la burbuja inmobiliaria acabó empujándolo a la minería. De 2004 a 2012 estuvo entre los lavaderos de carbón de Fabero y Alinos. Fueron años de “subidas y bajadas”, que en otras palabras significan Expedientes de Regulación de Empleo (EREs), huelgas, piquetes, marchas negras y meses sin cobrar.
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