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Gaudete No 38 - 25 agosto 2024
Año de la Oración
El discernimiento ignaciano
Participa en la Escuela de Oración, de inspiración ignaciana. Info al final del artículo.
Vivir implica decidir, optar, elegir opciones entre las diversas posibilidades que tienes en cada momento determinado de tu vida. Este optar es fundamental debido a que en cada decisión, por pequeña que sea, te configuras y “tomas forma”.
Un auténtico cristiano es el que, consecuente con su experiencia de fe, va adquiriendo una convicción sentida de hacer que toda su vida y su acción transcurran según las normas del Evangelio y la guía del Espíritu Santo. Orienta toda su existencia según las mociones del buen espíritu, es decir, lleva una vida en y según el discernimiento espiritual. Este será también el camino de un auténtico ejercitante.
No podemos negar la dificultad sentida de conocer y seguir al Espíritu Santo. Jesús nos dijo: El Espíritu es como el viento, no sabes de dónde viene ni a dónde va pero oyes su voz (cf. Jn 3, 8;). Si no podemos conocerlo directamente, sí lo podemos conocer indirectamente por sus efectos: por sus dones, por sus carismas, por sus frutos en nosotros y especialmente por sus mociones interiores. Escuchar la voz del Espíritu es saber leer, en discernimiento espiritual, las mociones del Espíritu Santo.
La originalidad de las reglas de discernimiento de espíritus de los Ejercicios consiste en que ellas nos suministran una clave de interpretación de las mociones. espirituales a través de las virtudes teologales y de los sentimientos intelectivo afectivos que los acompañan o de sus opuestos, según que el espíritu sea bueno o malo.
