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MUJERES PRO 2021
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Blanca Guerra
Marisa Arizpe
CTO y Co-Fundadora de TICKETÓPOLIS
Fundadora de GOOD EXPRESS
TRAYECTORIA
EL DÍA A DÍA DE UNA MUJER PRO
TRAYECTORIA
EL DÍA A DÍA DE UNA MUJER PRO
Comenzó su primer empresa hace aproximadamente 20 años. A lo largo de su carrera ha trabajado en el ramo de tecnologías de información.
Blanca se levanta a las siete de la mañana y toma una clase de meditación, desayuna, revisa sus pendientes y contesta correos.
Al darse cuenta que lo que más le gustaría hacer era compartir su amor por productos saludables, en 2014 lanzó goodexpress.com.mx.
Al ser madre y tener a su hijo en casa por la pandemia, dedica gran parte de su mañana a acompañar a su hijo en sus clases en línea. A medio día come en familia.
Siguiendo su corazón, en 2017 convirtió otra de sus pasiones, en un emprendimiento, creando el primer estudio de meditación en México, Project Meditation Studio. Iniciativa que hoy cuenta con más de 20 mil alumnos..”
Comienza su día muy temprano para hacer ejercicio junto a su esposo o hijos. Se prepara y desayuna saludable, coordina su agenda y la de sus niños para coordinar horarios y poder acompañarlos en sus clases en línea.
Actualmente es CTO y Co-Fundadora de Ticketopolis. Donde se desempeña como la responsable del área de tecnología e infraestructura y negociadora de alianzas estratégicas. RETOS Los principales desafíos en su emprendimiento han sido el tiempo y el presupuesto. “El tiempo lo hemos optimizado a través de la automatización de procesos, de manera que la operación de la empresa la realizamos sólo entre unas cuantas personas, increíblemente.
Pasa la tarde trabajando en las actualizaciones de la plataforma. A las siete de la tarde, cena junto a su esposo e hijo y pasan el resto de la tarde jugando o viendo televisión.
RETOS Ser mujer en el mundo del emprendimiento, donde sigue existiendo desigualdad de género. Al emprender, fue difícil conseguir que alguien creyera en su marca y quisiera ser inversionista. “Fue en un terrible día Godín que decidí que mejor lucharía por poner algo que sintiera que hiciera la diferencia yo misma, y aunque me moría de terror me atreví a ser vulnerable dejar mi sueldo y cambiar mi mundo.”
Cuando no estaba en cuarentena salía a citas de trabajo en mi oficina y resolvía los puntos más puntuales con mi equipo de trabajo, después me regresaba a casa para dar seguimiento a las necesidades de mi familia.”
