[ Vii ] LA rEACTiVACiÓN dEL CAPiTAL PriVAdo y LA ProLifErACiÓN dE EMPrEsAs dE diVErsA ÍNdoLE.El esfuerzo económico-financiero desplegado por el gobierno de Benavides y, más tarde, por el de su sucesor Manuel Prado, se vio complementado estupendamente por la reactivación del capital privado, tanto extranjero como nacional. En unos casos funcionó por separado (cada uno independientemente a la luz de sus propios intereses); en otros, formando empresas mixtas de amplia cobertura o, sencillamente, actuando el primero a través del segundo (familias peruanas pertenecientes a la antigua oligarquía o a la pujante burguesía fueron subordinadas al capitalismo foráneo). En cualquier caso, dicha reactivación se evidenció mediante la presencia de dinero fresco vía inversiones a gran escala y expresada con “esfuerzo, fe y entusiasmo” como señalaba el flamante Banco Industrial. Una de estas manifestaciones, tal vez la más dinámica y visible, fue la proliferación de empresas productivas en los distintos rubros de la economía nacional, lo que, a la larga, provocó la diversificación de la producción interna y, por ende, el ensanchamiento del mercado a todo nivel. En este sentido, los boletines de la Cámara de Comercio de Lima y de la Bolsa de Valores de Lima, así como el útil y voluminoso libro Perú en cifras (1945) nos ofrecen datos interesantísimos sobre este peculiar comportamiento del capital privado en el lapso de casi tres lustros (1933-1945). A continuación, dada la trascendencia de tan singular coyuntura, presentamos un resumen esquemático y cronológico de las principales empresas, fábricas, compañías, sociedades o establecimientos que entonces se constituyeron y cuya vigencia, en algunos casos, ha llegado hasta nuestros días. –En 1933, la antigua y prestigiosa firma comercial D’Onofrio (fundada en 1897 por Pedro D’Onofrio Di Resta, destacado miembro de la colectividad italiana en el Perú y gran propulsor de muchas industrias nacionales) se constituyó en sociedad anónima. Este cambio de estatuto en el que participaron Antonio y Pedro D’Onofrio (hijos), el mismo don Pedro y otros miembros de la familia D’Onofrio, significó no solo la inyección de nuevos y cuantiosos capitales, sino también la modernización y ampliación de la fábrica, la elaboración de una gama mayor de productos (además de los tradicionales helados, se empezó a fabricar chocolates, caramelos, bombones, cacao, etcétera), la exportación a mercados de países vecinos y la apertura de diversos establecimientos de expendio en el ámbito nacional. En una palabra, la empresa se amplió cuantitativa y cualitativamente hablando. –Al año siguiente, 1934, el conocido empresario e industrial textil F. G. Moll (propulsor en el país del ramo de tejidos de punto y vinculado a las fábricas Sedalana y Sedasol) fundó la Fábrica de Tejidos Moll, especializada en la producción a gran
escala de tejidos de punto de seda artificial de lana y de algodón. Para ello, adquirió gigantescas, costosas y modernísimas maquinarias a través de créditos externos, contando con más de cien operarios altamente especializados. Con el tiempo, los productos Moll fueron muy solicitados por su magnífica presentación y buena confección. –En 1935, inició sus actividades la fábrica Papelera Peruana S. A., importante empresa industrial al servicio de la industria gráfica peruana. Con el poderoso aporte económico de varios accionistas nacionales y extranjeros, la fábrica se estableció en las inmediaciones de Chosica, en un área de más de 50 mil metros cuadrados. Hasta entonces, la industria gráfica del país había dependido casi por completo de la importación extranjera, salvo en el ramo de cartones, cuya producción en el Perú se había iniciado años atrás. Asimismo, la mencionada fábrica vino a disminuir los quebrantos que, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, restringieron la importación de papel y anexos. Desde un comienzo, sus
Durante el periodo 1933-1945 (gobiernos de Benavides
y Prado), el Perú fue testigo del surgimiento de un número elevado de empresas de distinta naturaleza en el ámbito nacional. En la parte superior se observa el taller para seda de la fábrica Manufactura del Centro S. A.; y en la parte inferior, la fábrica de Tejidos Moll con la moderna maquinaria que adquirió.
[ CAPÍTULO 2 ] PERÍODO 1
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