EL APORTE FEMENINO
Matilde Stevenson y Chocano (en la foto), esposa del historiador y político Modesto Basadre, fue una de las cincuenta damas limeñas que formaron la comisión encargada de recolectar objetos de valor para el sorteo pro fondos para los gastos originados por la guerra del Pacífico. La comisión también estuvo integrada por Dolores Cavero de Grau, la viuda del capitán del Huáscar.
Risco de Madalengoitia, Petronila Puente de Mariott, María Aramburú de Sánchez, María Moreyra de Prevost, Santos Mendívil de Ayulo, Eugenia Noble de Freundt y Francisca Diez Canseco de Castilla. De casa en casa las damas de la comisión solicitaron lo que cada cual podía ofrecer y de esa manera se reunieron hasta 1.218 objetos que fueron expuestos en vitrinas. Efectuada su tasación dio una suma de 48.534 soles. Pusiéronse en venta sesenta mil boletos de un sol cada uno y el sorteo se efectuó el tercer domingo de octubre en el Palacio de la Exposición. Eran cosas como canastas, tinteros, floreros, cigarreras, costureros, candelabros, tarjeteros, alfileteros, álbumes para retratos, abanicos, sortijas, figuras de porcelana, collares, relojes, cuadros, cojines y otros objetos análogos cuyo valor oscilaba entre lo primoroso y lo banal. Los donativos de guerra llegaron a sumar en total más de 6 millones de soles en el mes de noviembre de 1879. La erogación de alhajas, oro y plata hechas por las iglesias de Lima y sus suburbios fue recibida por una comisión mixta que presidió Antonio Bentín. Las alhajas pasaron a ser depositadas en la Casa Nacional de Moneda y las fundiciones efectuadas con los metales preciosos fueron enviados al Banco de Londres, México y Sudamérica. También efectuáronse colectas especiales para la adquisición del blindado Almirante Grau, después de la pérdida del Huáscar. Las encabezó la Municipalidad de Lima. Entre los donantes tuvo significación especial Melitón Porras. El día de la declaratoria de guerra ofreció al Gobierno sus rentas, deducidos los indispensables gastos de familia; y, para cuando se creyera necesario, la totalidad de sus bienes. Como miembro de la Junta de Donativos, fue nombrado presidente de la sección de óbolos en especies, cargo que desempeñó hasta la extinción de dicha Junta. Fue miembro de la Junta Central de Ambulancia de la Cruz Roja; y su esposa obsequió a esta entidad camisas y sábanas y un par de aretes de brillantes para la lotería entonces organizada. Inició ante la Municipalidad la idea de la defensa de la capital y se suscribió con S/. 10.000 para llevarla a la práctica. Erogó para la compra del barco Almirante Grau S/. 10.000 y, a nombre de su esposa, entregó con el mismo objeto un collar y unos solitarios de brillantes. Al empréstito nacional se suscribió por sí, su esposa y sus hijos por un total de S/. 69.500. Nombrado director del hospital de sangre de la Exposición lo organizó contribuyendo con S/. 10.000 y adquiriendo una cantidad de camisas y de sábanas. Entre los aportes hechos entonces tiene carácter anecdótico el que hicieron las primas hermanas Magdalena Peralta y Lola Chocano. Ambas vivían de su trabajo como costureras, en Lima, en una modesta casa de la calle Alma de Gaspar. Una de las comisiones para recoger casa por casa donativos destinados a comprar un buque que reemplazara al monitor perdido llegó hasta ambas niñas y ya que ellas no podían entregar dinero, se cortaron las crenchas de sus cabellos para entregarlas como un óbolo.
LA GESTIÓN DE PFLUKER Y RICO CON LOS FONDOS DE LOS DONATIVOS.- Julio Pfluker y Rico viajó a Europa encargado de invertir los fondos obtenidos mediante donativos populares para la compra del blindado. Llevó unas 200 mil libras esterlinas. Por disposición que adoptó el 13 de julio de 1880 la junta central encargada de estos donativos bajo la presidencia del obispo Tordoya, se comunicó a Pfluker que había cesado en el ejercicio de sus funciones de comisionado y que debía dar cuenta y hacer entrega de la sumas que estaban en su poder al ministro del Perú en Francia Toribio Sanz. En su carta de 31 de mayo de 1884 dirigida a la legación en Londres con motivo de las investigaciones iniciadas por la comisión que presidió Joaquín Torrico, hizo referencia a Pfluker a dicho acuerdo; y agregó que el 4 de setiembre de 1880 cumplió con efectuar la entrega formal de todo lo que atañía al encargo que había recibido poniendo a disposición de Sanz "los fondos que no estaban comprometidos al pago de los buques en la construcción" y dándole cuenta de aquellos que él había manejado. Igualmente Pfluker dejó constancia de que el 8 de setiembre informó a la junta central de la entrega hecha y de la cuenta rendida y que dicha junta había aprobado el desempeño de su comisión.
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PERÍODO 4
[ CAPÍTULO 4 ]