Dioses de Lambayeque
las burbujas 1 y 2 del vaso B de Denver. En este caso, sobre el tocado bipolar, se agrega un tocado semicircular y un remate con gran penacho (King, 2000: 44, fig. 15 b). Otro aspecto interesante, es que se asocia con cabezas trofeo y aves. Recordemos que el personaje femenino de la burbuja 2 del vaso B de Denver, se asocia también con cuerpos humanos decapitados. En el arte moche además, no son extrañas las representaciones de plantas que emergen del cuerpo de serpientes (Vergara y Sánchez, 2008: 80, lámina 18). Esta relación innata entre serpientes y fertilidad agrícola se expresa también en telas pintadas Nasca, que muestran a un conjunto de ellas en forma de arco, en cuyo interior han sido representados diversos frutos, pero además, portan en las manos tallos y frutos (Frame 2009: 199). De la misma forma, este concepto andino se observa en un unku de estilo Huari, en el que está representada una deidad serpiente de cuya cabeza brotan plantas. El texto específico de la figura es el siguiente: “Una de las doce figuras antropomorfas del “unku”, con cuerpo de frente y cabeza y extremidades inferiores de perfil. Dos báculos y tocado con elementos fitomorfos. Apéndice serpentiforme en la boca y en los extremos de la vestimenta” (Lumbreras y Reid, 1989: 84, 104). Este tema pareciera no ser ajeno a esta tradición, ya que aparece también de modo muy nítido en la cerámica “mochica polícromo” de San José de Moro, en un vaso que muestra a una gran serpiente de cuyo cuerpo brotan en ambos lados de su cuerpo, figuras fitomorfas, que en la Fig. 243 cerámica Chaquipampa son entendidas como flores alargadas o estilizadas (Castillo, 2009 b: 214, fig. 89). 2
Fig. 244 2
Los canales de peces
194