términos relativos, que el promedio histórico de lo que se conoce como países de desarrollo avanzado capitalista. Todos estos temas conforman el capítulo III : “El leviatán guanero”. Por otro lado, en el texto que se presenta se han profundizado dos temas muy poco tratados en nuestro libro de 1983: “El proyecto ferroviario y las vías de transporte” —la gran inversión del Estado en los “caminos de hierro”, de dudosa rentabilidad, pero en la cual lucró Enrique Meiggs, llamado el “Pizarro yanqui”— y “Del guano, los bancos y la moneda”, que esta vez conforman los capítulos IV y V, respectivamente. El perfil de las constituciones del siglo XIX, las modalidades timocráticas como forma de elecciones, las marcadas diferencias de estabilidad del sistema político entre el Estado caudillista y el leviatán guanero —es decir, las implicancias políticas que produjeron la explotación y la renta guanera— se analizan en el capítulo VI. La era del guano fue el primer momento histórico del capitalismo en el país, cuando emerge una burguesía (sin pasado colonial) que se va gestando conforme se desarrollan los ciclos del capital y su metamorfosis. El capítulo VII, “El surgimiento de una burguesía”, muestra este proceso, el perfil de las actividades económicas de esta clase social, el medio donde se desarrolla y las formas de que se vale para obtener beneficios, estimándose las tasas de ganancia en algunos de los sectores en los que se involucró. También se muestra la venalidad de la era del guano, que en nuestra opinión fue la más corrupta de la historia republicana. En esta perspectiva se ha procedido a realizar una aproximación al “coeficiente de corrupción guanero”, es decir el porcentaje de corrupción con relación al PBI. Durante el periodo guanero diversos actores sociales hicieron propuestas acertadas para que el país encontrase una “vía para el desarrollo”. Se han seleccionado solo tres de ellas: la propuesta de reforma tributaria de Manuel Pardo, siendo ministro de Hacienda —quizás la más audaz de la historia republicana; la de Tomás Samppere; y la más conocida, la de Juan Copello y Luis Petriconi. Su estudio conforma el capítulo VII : “Proyectos desarrollistas y de reforma”. El capítulo IX, “El fallido proyecto del salitre”, trata diversos tópicos relacionados con el caliche: sus supuestos orígenes naturales, el uso que se le dio desde el periodo colonial hasta 1879, y el rol del Estado peruano frente a este mineral que se vislumbraba como el primer producto de 22 | JAVIER TANTALEÁN ARBULÚ