Fig. 2. Las islas del Lago Titicaca, están ocupadas por quechuas y aimaras que recuerdan el mito fundacional inca. Fig. 3. Vista del lago desde la península de Capachica.
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Los mitos escritos se transforman. Pueden convertirse en textos sagrados, guardando el pensamiento y voz de los dioses. En sociedades sin escritura, los mitos tienen igual valor, aunque sometidos a cambios y transformaciones propias de la oralidad. Desde la perspectiva antropológica son verdades para ser «leídas» e interpretadas a través de signos que condensan los símbolos. En conclusión, las propuestas citadas muestran el valioso e interesante mundo que encierran los mitos. Comenzamos con mitos históricos del altiplano, que han llegado a nuestro tiempo gracias a las versiones escritas en documentos producidos a partir del siglo XVI. Muchos fueron calificados de idolatrías, como obra del diablo. Felizmente la escritura los ha conservado, convertidos en documentos históricos que guardan valiosos datos de la cultura andina prehispánica. Con similar perspectiva debemos observar y analizar los mitos conservados en la memoria colectiva, trasmitidos oralmente en tiempos contemporáneos. Varias corrientes antropológicas, especialmente europeas y americanas, proponen que el capítulo Folklore de la antropología, se ocupe de manifestaciones orales, anónimas, tradicionales y populares3. Se consideran mitos a las expresiones tradicionales, trasmitidas y aprendidas como parte de su tradición oral, vigente en los ambientes sociales en los que se documentaron. Desde esta perspectiva, resalta la creatividad popular en lenguas maternas, el quechua y aimara, de las poblaciones que circundan el lago Titicaca. La tradicionalidad y el anonimato que exige el folklore, no puede desmerecer la inclusión de elementos, personajes y pasajes propios de la cultura moderna de origen urbano, difundidas al medio rural.
Mitos historicos El altiplano, con el lago Titicaca como articulador natural, diseña la unidad geográfica de la región, a pesar de las diferencias idiomáticas y culturales (Figs. 2, 3). Los límites políticos modernos son creación de centros de poder externos, primero,
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Mitos del Altiplano