Héroe de la fe
Misionero en Asia, el pastor David Abeel destacó por su relación cercana con el Redentor, sus prédicas impactantes y una perseverancia que no pudo ser doblegada ni por las más duras enfermedades.
EL PODER DE
DAVID
EDWIN SMITH
COMO en la mayoría de las historias de los misioneros que pasaron sus días en tierras extranjeras, no hay nadie que nos pueda esclarecer, a profundidad, las labores que desplegó el pastor David Abeel y las pruebas y los desalientos que tuvo que enfrentar o el resultado de su labor en beneficio de la sana doctrina. Sin embargo, una mirada a la biografía de este predicador de Cristo nos muestra la sacrificada vida de un portavoz de Dios. Descendiente de neerlandeses, el evangelista Abeel nació en la metrópoli de Nuevo Brunswick, ubicada en el estado de Nueva Jersey, el 12 de junio de 1804. Sus progenitores fueron el siervo David Abeel, hermano del reverendo John Abeel y oficial de la Marina de Guerra de los Estados Unidos, y la cre - yente Jane Hassert, una mujer comprome - tida profundamente con la expansión del cristianismo, quien le reveló las verdades contenidas en el interior de las Sagradas Es - crituras. Desde su niñez, se constituyó en un varón con una gran generosidad. Además, en este momento de su existencia, su optimismo y alegría también fueron notables y le sirvieron para hacer frente a los desalientos a los que estuvo expuesto. Después, a los quince años de edad, solicitó ser admitido en la academia militar estadounidense de West Point. Pero, al poco tiempo, desistió de sus pretensiones de enrolarse al
30
MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL
América • Europa • Oceanía • África • Asia