DEVOCIONAL “Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía dieciséis años de edad, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías su padre…” 2 Crónicas 26:1-4 Rev. Manuel Zúñiga
LOS PELIGROS DE LA FAMA En la actualidad hay una terrible carrera por querer ser famoso. Cuando la fama comienza a llegar a la vida de las personas, éstos se enaltecen, se olvidan de donde salieron y algunas veces se olvidan de su procedencia. El rey Salomón era un hombre sabio y rico, como ninguno en su época, cuando estaba sentado en su trono nadie podía irrumpirle si no era llamado por él. Cuando llamaba a alguien, esa persona tenía que llegar reverentemente, no podía verle a la cara, al irse debía hacerlo de la misma forma. Un día su madre, Betsabé, irrumpió sin ser llamada y sin porte reverente, al verla Salomón bajó de su trono y salió a recibirla, con reverencia, ya que ella no era cualquier persona, sino su madre. Muchas personas que se dejan envolver por la fama, ya ni siquiera quieren recibir a su madre. Dios ha bendecido a algunos, luego de que no han tenido bienes materiales los ha prosperado, les ha provisto de casas, carros, profesión, títulos, cuenta bancaria y buena ropa; pero luego de recibir estas bendiciones, empiezan a cambiar, ya no son los mismos de antes, ya no hablan como antes, ahora son orgullosos, altivos, tratan de menos a aquellos que no han alcanzado sus mismos logros, logros que Dios por misericordia les ha dado, e incluso consideran ignorantes a aquellos que no piensan como ellos. Se cumple en ellos lo que enseña la Palabra de Dios: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” (Pr. 16:18). El buscar a Dios nos brinda dirección divina, inspira-
44
MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL
América • Europa • Oceanía • África • Asia