
4 minute read
SALUD
Oceanía, en la inconmensurable amplitud de los mares, ha sido un desafío para el Movimiento Misionero Mundial (MMM) que está logrando crecer en Australia. Aunque el idioma representó un obstáculo inicial, esta barrera ya fue vencida y la Palabra se difunde en español e inglés.
ELISEO AQUINO
Advertisement
El reverendo Daniel Cuellar llegó con su familia al país oceánico en 1985 como refugiado del conflicto armado en El Salvador. En agosto de 1987, el reverendo Luis M. Ortiz viajó a ese país por una invitación del pastor Domingo Fuentes, encargado de la Iglesia de Melbourne. Fue la piedra angular del Movimiento Misionero Mundial (MMM) en este continente.
La Obra empezó en dos ciudades, Melbourne y Albury; en un comienzo creció solo en la comunidad hispana. Con la llegada del pastor Juan Casiano, en octubre del año 1997, se extendió a varias ciudades y desde el 2008 algunos pastores empezaron a ministrar en inglés.
En el MMM congregan actualmente hermanos de distintos países. Como Australia es una nación multicultural, existen muchos migrantes de distintos lugares. Ahora se realizan cultos bilingües en casi todas las iglesias de la Obra.
En el año 2015 el pastor Enoc Ramos y en el 2019, el pastor Daniel Cuellar fue designado como supervisor nacional de Australia.
Pastor Cuellar, ¿cuán importante es el idioma para evangelizar a los australianos?
Australia es un país multicultural y el inglés es el idioma que une a todos. Usted no puede salir a las calles a predicar en español porque nadie lo va a entender; por ese motivo, nuestros cultos en las iglesias son bilingües para que las personas que nos visitan puedan comprender. Dios nos dio a entender a los pastores la importancia del idioma porque llegó un momento donde ya no podíamos avanzar más predicando en español.
Para nosotros el inglés es indispensable. Algunos obreros se están acomodando porque una cosa es hablar en inglés y otra es predicar. No es fácil. Dios puso esto en mi corazón, por ello hemos hablado en una reunión con los pastores para que toda la Obra en su totalidad se predique en este idioma, incluso los anuncios. Los medios digitales ya sea Facebook o YouTube tienen que estar en habla inglesa, tenemos eso como meta.
Bajo esa iniciativa, ¿qué métodos de evangelización se están empleando en Australia?
Estamos haciendo cultos en las calles en inglés. Esta tarea, específicamente, la realiza nuestra juventud. También trabajamos campañas con los niños al aire libre; asimismo, estamos utilizando los medios de comunicación, compartiendo los mensajes por las redes sociales.
Australia es una sociedad con muchos migrantes, ¿la gente acepta la Palabra de Dios o la rechaza?
Aquí existe mucha tranquilidad por las bendiciones que hay en esta nación; hablo en el aspecto material. Como es un país desarrollado, las personas no tienen necesidad de nada y eso hace que endurezcan su corazón. Con los migrantes es difícil para ellos acercarse a Dios porque vienen con una cultura arraigada, pero Dios va abriendo puertas. Estamos viendo cómo llegan a la iglesia australianos, rusos, rumanos y de otras nacionalidades.
También vemos que en el momento de ministrar y conversar con ellos tenemos que tratar de una manera diferente a cada uno porque no todos son iguales; vienen de otras culturas y tienen otra forma de pensar.
¿Tienen un plan para la evangelización de los aborígenes australianos?
Aquí en Australia, en su mayoría, viven en comunidades. Ellos tienen sus propias leyes que, incluso, el gobierno lo respeta, aunque lamentablemente tienen muchos problemas sociales; sin embargo, hemos visto que ellos responden a la Palabra de Dios cuando hacemos campañas. Lo bueno es que cuando oyen el Evangelio lo comparten en toda su familia. Si nosotros queremos entrar a las comunidades que están en lugares más remotos tiene que ser por una invitación. Gracias a Dios ellos nos han enviado la invitación, por situaciones de la COVID-19 no hemos podido llegar, pero pronto iremos para esos lugares.
¿Qué planes, proyectos, metas tiene de parte de Dios para la Obra de Australia?
Todavía nos falta mucho por hacer en este país que es muy grande. Estamos avanzando y queremos alcanzar a todos los Estados, solo nos falta dos y queremos seguir creciendo en todas las ciudades. Además, buscamos alcanzar a más personas de habla inglesa, usar los medios de comunicación de una forma más efectiva, hacer programas de testimonios, no solamente en Australia
sino expandirnos en todo Oceanía. Ya estamos en Nueva Zelanda y queremos llegar a otros países, queremos preparar misioneros para que puedan entrar a esos 12 países que nos faltan.
¿Qué reflexiones finales tienen para todos los hermanos y amigos?
Pedimos las oraciones por este país. Hacemos una invitación a todos los que puedan venir, esperamos que nos visiten. Para nosotros es un gozo poder recibirlos y si alguien siente el llamado misionero estamos aquí, bienvenido sea. Por otra parte, Dios nos ha bendecido y esperamos ser un apoyo para la Obra. En este año hemos ayudado a cinco iglesias de la India, Filipinas; somos una misma obra, un mismo pueblo, queremos ser un canal de bendición y podemos compartir lo que el Señor no ha dado.
