La sabiduría del jacinto A 120 AÑOS DEL NACIMIENTO DE RAMÓN LÓPEZ VELARDE Jesús Gómez Morán
“Gracias porque el temblor
de su canto se funde con las madrugadoras esquilas de mi tierra, y porque el sol que tiembla en sus alas no es otro que el que baña la casa en que nací, y el valle azul, y la azul sierra.” RAMÓN LÓPEZ VELARDE, “Me despierta una alondra”
Ramón López Velarde, niño, Jerez. Casa Museo López Velarde.
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an pasado 120 años desde que en la Real Villa de Jerez de la Frontera, poblado situado 56 kilómetros al suroeste de la capital de Zacatecas, un día 15 de junio abrió sus ojos al mundo José Ramón Modesto López Velarde Berumen Díaz Valdez Lozano Félix Aguayo Martínez Flores Llamas Morán Escobedo Chaparro,1 hijo del licenciado José León Trinidad Francisco de Guadalupe López Velarde y de doña María Trinidad Berumen Llamas, hecho que, con el paso del tiempo, cobraría tal importancia que es posible decir que, tras ese alumbramiento, sus padres recibieron no sólo al primogénito de la familia, sino también al primogénito de la tradición poética mexicana. Su formación no desentonó de lo que las normas dictaban en aquellos días para un joven de sus características: al ser el mayor de ocho hermanos, recibió el nombre del abuelo paterno y optó por estudiar la profesión del padre, si bien es probable que la influencia de sus tíos José Inocencio y Benito López Velarde, quienes además de seminaristas tomaron los votos religiosos, en algún momento le hayan hecho pensar en seguir ese camino. De todas
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Información que consta en el libro de Guillermo Sheridan, Un corazón adicto…, p. 13.
CORREO del MAESTRO
núm. 145 junio 2008
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