de Puerto Cabello nunca se ejecutó por completo, afectando negativamente la vida operacional de los destructores Clase “Nueva Esparta”; no puede negarse que aún con retrasos, modificaciones y disminuciones respecto al proyecto original, en Venezuela se generó una infraestructura de astillero, cuya motivación inicial fue atender a la nueva escuadra adquirida en los años 50, principalmente a los destructores que nos ocupan en este trabajo. Otro aspecto que afectó la vida útil de los buques estudiados, y de la flota en general, fue la capacidad de las bases (Puerto Cabello y La Guaira) para sostener el despliegue de las unidades destacadas, es decir, los buques estaban obligados a mantener en funcionamiento sus sistemas debido a que los muelles no contaron con servicios completos a la altura, como electricidad; por citar solo un ejemplo. Además de esta deficiencia, se agrega también la falta de muelles para las unidades. En lo que concierne al mantenimiento, es de destacar que si bien hubo una escala del mismo esencialmente correctivo y preventivo a bordo de las unidades y que Puerto Cabello dispuso de una relativa capacidad de mantenimiento correctivo. A una escala superior de mantenimiento hubo dificultades notorias que afectaron la disponibilidad operacional de los buques debido a que el país no contó con la base industrial adecuada para asegurar el mantenimiento de los mismos. Ello explica los overhaulin realizados en el Reino Unido.
2) Capacitación de personal Los destructores Clase “Nueva Esparta” eran algo nunca antes visto en Venezuela, y no sólo por su armamento y capacidades. Incluso en la habitabilidad resultaban algo totalmente nuevo: por ejemplo, fueron los primeros buques de guerra venezolanos equipados con aire acondicionado – a pedido expreso del Gobierno venezolano, pues la
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