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Lo incómodo que mueve al mundo
by VIRTUANEX
Mariana Torres
Heaprendido que si queremos cambiar algo —o incluso ganarnos la vida con sentido— debemos atrevernos a hablar de lo que la mayoría prefiere callar. Los temas incómodos son el terreno donde la cultura se defiende con más fuerza, y justamente allí está el punto de inflexión: donde el silencio protege el problema.
Durante años escuché hablar de innovación, tecnología y disrupción como motores del cambio. Pero la verdadera disrupción muchas veces empieza con una conversación incómoda. No se trata de inventar una app, sino de enfrentar un tabú. De poner sobre la mesa lo que incomoda, avergüenza o divide, hasta volverlo lo bastante urgente como para que la gente actúe. Pensemos en algo tan concreto como la prevención del cáncer. No se necesita un nuevo descubrimiento científico para salvar miles de vidas, basta con que más personas se realicen una colonoscopía. Sin embargo, la vergüenza o el miedo impiden hablar del tema. El obstáculo no es técnico, es cultural. Lo mismo ocurre con tantas realidades que evitamos mirar de frente: la salud mental, la menopausia, la educación sexual, el ahorro para la jubilación o la conducción bajo efectos del alcohol. Son conversaciones que incomodan, pero cuando se vuelven parte del debate cotidiano, transforman comportamientos y salvan vidas.

La cultura trabaja duro para preservar su equilibrio, incluso cuando ese equilibrio es injusto o insostenible. Por eso los verdaderos cambios no nacen de decretos, sino de conversacio- nes insistentes, colectivas, persistentes. Hablar una y otra vez, hasta que el silencio se rompa, hasta que la vergüenza se vuelva conciencia.
Creo que quienes emprendemos tenemos una oportunidad enorme en ese territorio: hacer visible lo invisible. Crear productos, campañas o proyectos que conviertan lo incómodo en acción. No hay innovación más poderosa que aquella que cambia los estándares culturales, uno a uno, hasta que el nuevo hábito se vuelve parte natural de la vida.
