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Una
by VIRTUANEX

Hablar con Mónica Ismael es entrar en un universo donde el arte y la sensibilidad se entrelazan. Directora, productora y, sobre todo, creadora, Mónica ha dedicado casi treinta años a explorar el lenguaje audiovisual desde Paraguay hacia el mundo. En esta conversación con VIRTUANEX Magazine, repasa sus comienzos, su mirada sobre la industria y el lugar de la mujer en un ámbito históricamente dominado por hombres, sin perder nunca la esencia de quien ama lo que hace.
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Mónica, cuando te presentás, ¿cómo te identificás más: directora, productora o creativa?
Elijo creativa, ya que a partir de ahí disfruto de las otras opciones también. Me gusta explorar en esas áreas relacionadas entre sí.
¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer en un ámbito con mayoría de directores hombres y qué significado tienen los reconocimientos que has recibido?
No he sentido una diferencia dentro del audiovisual por ser mujer en lo personal y me he desarrollado con mucha libertad interactuando con excelentes profesionales, tanto mujeres como hombres, de quienes sigo aprendiendo muchísimo. El hecho de haber recibido premios y reconocimiento luego de casi 30 años de trabajo es una forma de seguir afianzándome y motivarme a mejorar todo lo que pueda en cada obra.
Tu agenda está llena de viajes y compromisos.
¿Cómo es tu día a día actualmente?
Haciendo una reflexión de mi persona y dividién- dola, por ejemplo, en cinco etapas hija, hermana, amiga, madre, creativa puedo decir que me siento plena y agradecida, sobre todo por el entorno de afectos sanos en el que me desarrollé y el cual elijo mientras pueda seguir cultivándolo en mi país, en mi hogar o donde me sorprenda la vida.

¿Dónde comenzó este camino creativo que te define?
Despertando con los sonidos del piano de cola de mi padre ejecutando El vals para Elisa. Era pianista y médico cirujano, y se pagó sus estudios de medicina tocando en la orquesta de Papi Barreto.
¿Recordás tu primer trabajo audiovisual?
Sí, en el 90 hice algo con una cámara que me prestó Juanca Maneglia, pero fue un primer juego para descubrir su manejo, y con eso me bastó para no soltarla más. Se volvió una extensión de mis brazos. Después ya hice en el 92 mis primeros documentales ficcionados sobre Manú Barboza, Arte Nuevo y el ex Colegio Militar.
¿Qué papel tienen hoy las redes sociales en tu profesión?
Abren el abanico de posibilidades en cuanto a la llegada de las obras. La gama de personas con las que se puede compartir es mucho más amplia. El equilibrio en el uso de las redes es lo que va a costar regular todavía; hay como un desborde en la actualidad, y ahí estará el desafío.
¿Qué mensaje le darías a quienes desean iniciar su camino en el cine?
Que se atrevan a explorar los lenguajes creativos y que vayan buscando sus propias narrativas. Las miradas siempre serán únicas si lo exploramos desde nuestros adentros.
Hace poco recibiste una crítica desde Alemania sobre tu última producción. ¿Qué sentiste y qué significado tuvo para vos?
Que la edad ni el idioma son excusas para seguir creando y generar lazos, nuevos comienzos, y que el idioma del alma es único y genuino para todos. Las emociones son humanas y únicas. Todo es posible cuando abrazamos esa humanidad y no la traicio- namos. Todo eso termina cobrando fuerza para bien, tarde o temprano.

¿Cuál ha sido el momento más desafiante de tu carrera y cómo lo resolviste?
Cuando me pidieron que aprendiera a manejar un programa de edición en no más de dos días si quería sentarme con la montajista europea. Le sonreí y le dije que no pensaba competir ni tomar su rol, que mi respeto a su área era absoluto y que el montaje es su arte, por lo tanto, ella era libre de crear a partir de lo filmado. Entonces tenemos dos cortes: el de la montajista y el mío como directora. Fue la mejor solución en ese momento y no tuve que aprender en
¿Hay alguna anécdota o experiencia que te haya marcado y ayudado a crecer? ¿Qué viene después para vos?
Atreverme a presentar un primer corte borrador de 1h, 20min, por intuición, sin traductor virtual ni presencial y que los cortes de los diálogos hayan sido exactos y sin errores. Esa sería la anécdota que hasta a mí me sigue sorprendiendo y lo seguimos conversando en cada presentación, y me confirma la confianza de la intuición humana, no suele fallar..
¿Cómo pueden seguirte en redes sociales?
@MonicaIsmael
"No he sentido una diferencia dentro del audiovisual por ser mujer en lo personal y me he desarrollado con mucha libertad interactuando con excelentes profesionales, tanto mujeres como hombres, de quienes sigo aprendiendo muchísimo".
Desde Alemania, una mirada sobre Leben Jezzt
El documental Leben Jezzt, dirigido por la cineasta paraguaya Mónica Ismael, fue objeto de un elogioso ensayo del profesor y crítico alemán Michael Dobstadt, quien lo describe como “una reflexión sobre la vida y su finitud, donde el arte aparece como medio de resistencia y consuelo”.
Dobstadt destaca que la obra trasciende el género musical para convertirse en una meditación poética sobre la libertad creativa y la fuerza del espíritu humano. En su análisis, señala que el jazz —en manos del GeriaTrio— no es solo una banda sonora, sino una metáfora de la vida misma: improvisar, transformar, reinventarse.
El crítico subraya también la mirada de Ismael como autora, al incorporar frases en español que reafirman su vínculo con la idea de que “el arte ayuda a soltar lo inevitable y a reconciliarse con la osadía de dejar de existir”.
Finalmente, Dobstadt propone que Leben Jezzt sea proyectado en escuelas, universidades e institutos culturales por su valor educativo y humano, al mostrar cómo el arte, al igual que el lenguaje, puede ayudarnos a “contar nuestras propias historias” y encontrar una voz propia.
