TEMAS PARA REFLEXIONAR
Quehacer universitario frente a cuanto emerge o resurge en el mundo José Rosario Marroquín Farrera Centro Universitario para la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez SJ–ITESO. México
La más reciente publicación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) confirma los hallazgos de los informes previos, elaborados a partir de la creación de esta instancia en 1998 (IPCC, 2021). La constatación de las tendencias relacionadas con el calentamiento global de origen antrópico nos ofrece una oportunidad de reflexionar sobre los alcances y límites de la especie humana. Desde el periodo 1850-1900 hasta nuestros días hemos sido capaces de alterar el clima en todo el planeta, en una escala no vista en cientos o miles de años, a causa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, pese a las buenas intenciones expresadas por diversos Estados, aun si lográsemos aplicar acciones eficientes para alcanzar la meta de tener cero emisiones netas de carbono en los años por venir, muchas alteraciones ya producidas serán irreversibles durante siglos o milenios (IPCC, 2021). Cambiamos el clima de una forma nunca vista, pero seremos incapaces de revertir algunos impactos.
Una reflexión similar puede hilvanarse sobre otras dimensiones de nuestra actividad, en cuanto corresponde a la capacidad de innovar y renovar observamos algunas paradojas. Una reflexión bíblica pregona que nada nuevo existe bajo el sol, en tanto que los relatos neotestamentarios insisten en la novedad de la buena noticia anunciada por Jesús. Algunas personas suspiran por los tiempos pasados, que siempre fueron mejores, otras exploran y explotan cada día el ansia de novedades. Sin dejar a un lado la condena de Sísifo, quien, a pesar del entusiasmo para emprender su tarea, llega al final del día para encontrarse con la frustración a pesar del esfuerzo. Ante la proliferación discursiva elaborada sobre el tiempo, con el fin de legitimar o deslegitimar las opciones y las acciones del presente, las universidades podrían sentirse convocadas a seguir —acríticamente—, las tendencias que ofrezcan mayor rentabilidad y prestigio. Esta no es una opción para las universidades jesuitas que inquieren constantemente las condiciones del mundo en el que
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