A 500 años de Evangelización y 200 de Independencia razón que, a continuación, abordamos el magisterio de dos de nuestros más preclaros arzobispos. A) Mons. Luis Chávez y González 303. Parto del magisterio de Mons. Luis Chávez y González ya que, del magisterio de Mons. José Alfonso Belloso y Sánchez he tomado en Cartas Pastorales anteriores sus denuncias y llamadas a la cordura para evitar no sólo el levantamiento de 1932 sino; sobre todo, sus dolorosas consecuencias que no fueron otros que la masacre de nuestros pueblos indígenas a las cuales continuó el despreció total por su cultura y su invisibilización. Me refiero a su Séptima Carta Pastoral: Cuan necesaria sea en las presentes circunstancias la acción social católica; y su Novena Carta Pastoral: Importancia económico-socialreligiosa del salario agrícola en El Salvador, publicadas antes de 1932; para recordar su aviso de un levantamiento si no cambiaban las condiciones de vida de los pueblos indígenas, he aquí sus palabras: ¿Quién negará que la prudencia obliga a acomodarse a la nueva condición de los tiempos; aconseja prevenir con más equitativa repartición de la riqueza los violentos arrebatos de los menesterosos; persuade a conservar y acrecentar los bienes sociales con diestra legislación e instituciones adecuadas, antes que el frenesí revolucionario dé al traste con ellos?217 304. Las instituciones que Mons. Belloso pidió nunca llegaron ni los bienes sociales fueron acrecentados ni siquiera después de la masacre del 32. La represión contra el pueblo; los beneficios dirigidos a ciertas minorías más por compadrazgo que por cuidar del bien común; el acaparamiento de las riquezas en pocas manos; la paulatina militarización del 217 Monseñor José Alfonso Belloso y Sánchez, Novena Carta Pastoral: Importancia económico-social-religiosa del salario agrícola en El Salvador, p.6.
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