V Carta Pastoral estampar en sí mismo. Enseñanza que sigue tan actual como el día de su proclamación; ya que la dignidad del hombre y la mujer en América y el Caribe continúa siendo pisoteada; y la imagen de Dios continúa siendo deformada incluso por nuevos estereotipos como la eterna juventud, los cuerpos robotizados, las teorías de género, la globalización que anula la diversidad, entre otras. C) SANTO DOMINGO 286. El Documento de Santo Domingo no queda atrás. Nuestros obispos, dedicaron todo el Capítulo II al tema de la promoción humana emitiendo un mensaje apegado a los signos de su tiempo tanto como Medellín y Puebla. Comienzan el capítulo estableciendo cuál es el hombre al que evangelizarán: No es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos (DSD 157). Por tanto, ese hombre está necesitado en lo material y en lo espiritual. La Iglesia encuentra su móvil en la figura de Jesús, el buen samaritano: que encarna la caridad y no solo se conmueve, sino que se transforma en ayuda eficaz. Su acción está motivada por la dignidad de todo hombre, cuyo fundamento está en Jesucristo mismo como Verbo creador, encarnado (DSD 159). 287. Recuerdan, después, a las comunidades cristianas, la necesidad de mantener la coherencia entre la fe que se profesa y la vida cotidiana, pues su incoherencia ha provocado la pobreza de los países de la región: Porque los cristianos no han sabido encontrar en la fe la fuerza necesaria para penetrar los criterios y las decisiones de los sectores responsables del liderazgo ideológico y de la organización de la convivencia social, económica y política de nuestros pueblos (DSD 161). Y, pudiera agregarse que muchos líderes políticos y del poder económico, pese a 150